Fotografias Juan Vidal
En una mañana veraniega, un grupo de vecinos y amigos de la Asociación de Vecinos Valle-Inclán Prosperidad nos fuimos a Mejorada del Campo, con el principal objetivo de ver “La Catedral de Justo”, con gran curiosidad y expectativas después del reportaje aparecido en TV hace unos años y las visitas a Google, que realmente son espectaculares.
Ya desde fuera, impresionan las visibles cúpulas, el tamaño arquitectónico del conjunto y, curiosidad, está en la calle del arquitecto Antonio Gaudí. Al acercarnos, pensamos no se podría visitar por dentro, dada la situación de una obra muy a medias, sin arquitectos que la respalden y sin medidas de seguridad previstas. Después de subir unas escaleras, muy especiales, fuimos rodeando el edificio, viendo el interior a través de los barrotes que lo cierran, los sacos de cemento acumulados y materiales de desecho, pendientes de ser utilizados.
Nuestra sorpresa fue encontrarnos con una amplia entrada que da acceso al interior de la Catedral, por donde podíamos adentrarnos y apreciar las distintas partes de la misma.
Lo primero era un resumen de la vida escrita para información de los visitantes, por el mismo Justo Gallego Martínez, que transcribimos a continuación y de la que en conjunto se destaca, la capacidad humana cuando está motivada por un ideal. Es capaz de poner toda su persona y bienes, al servicio de una obra, que él mismo define como cuestión de Fe y que dedica a “Nuestra Señora del Pilar, Madre de Dios”.
Obra para la que no ha contado ni con el respaldo de la Iglesia Católica, ni con el reconocimiento de la diócesis, apenas con la ayuda de alguno de sus familiares. Justo Gallego la ha financiado con sus propias tierras procedente de una herencia familiar y donaciones que recibe de vez en cuando.
A la entrada de la Catedral el autor indica a los visitantes su historia
“Me llamo Justo Gallego. Nací en Mejorada del Campo el 20 de septiembre de 1925. Desde muy joven sentí una profunda fe cristiana y quise consagrar mi vida al Creador. Por ello ingresé, a la edad de 27 años, en el monasterio de Santa María de la Huerta, en Soria, de donde fui expulsado al enfermar de tuberculosis, por miedo al contagio del resto de la comunidad. De vuelta en Mejorada y frustrado este primer camino espiritual, decidí construir, en un terreno de labranza propiedad de mi familia, una obra que ofrecer a Dios. Poco a poco, valiéndome del patrimonio familiar de que disponía, fui levantando este edificio. No existen planos del mismo, ni proyecto oficial. Todo está en mi cabeza. No soy arquitecto, ni albañil, ni tengo ninguna formación relacionada con la construcción. Mi educación más básica quedó interrumpida al estallar la Guerra Civil. Inspirándome en distintos libros sobre catedrales, castillos y otros edificios significativos, fui alumbrando el mío propio. Pero mi fuente principal de luz e inspiración ha sido, sobre todo y ante todo, el Evangelio de Cristo. Él es quien me alumbra y conforta y a él ofrezco mi trabajo en gratitud por la vida que me ha otorgado y en penitencia por quienes no siguen su camino.
La catedral ocupa un terreno de 4.740 metros cuadrados que vale 1.170.000 euros. Hasta ahora, mide 35 metros de altura calculados desde el nivel de cota de la planta baja hasta la altura de coronación de la cúpula.
La mayor parte de los materiales de construcción que utiliza son reciclados. Usa tanto objetos de la vida diaria como materiales desechados por defectuosos de las constructoras y por una fábrica de ladrillos cercana.
Se puede considerar a Gallego como un artista marginal, para quien la fuente principal de su labor creativa es una fuerte motivación intrínseca, empleando materiales y técnicas inéditas, reflejando una idiosincrasia muy particular. “Al que, en su comienzo, todos tildamos de loco y ante el cual todos nos sentimos tan pequeños”
( De Cosas de Arquitectos)
Planificada como una basílica clásica, con la nave central más ancha. Las bóvedas de medio cañón están en fase de construcción por lo que deja al descubierto los alambres curvos y hormigón, con los que están realizadas. Los techos, con un material ligero, a modo de grava. Asimismo, la nave central tiene un triforio y probablemente una futura tribuna que rodeará toda la superficie para poder acceder al perímetro en esa altura. La cabecera se organiza en un gran ábside donde está colocado el altar.
Desde el exterior se pueden apreciar absidiolos laterales y torres. En la parte central de la catedral, se alza la cúpula sobre pechinas. La cubierta ha sido realizada con chapas superpuestas, igual que la bóveda de medio cañón de la nave. Las paredes están horadadas para que penetre la luz, en teniendo en cuenta la idea medieval de relacionar a Cristo con la luz.
Todas ellas irían decoradas con vidrieras, “más de 2.000”, en rojo, amarillo, azul y blanco. Los murales están hechos, en pintura plástica, por el pintor Carlos Romano Silveira, vecino de Mejorada del Campo quien comenzó los murales del edificio con 19 años y los abandonó un año más tarde por discrepancias con la idea que sobre ellos tenia Justo Gallego.
El edificio cuenta con todos los elementos de una catedral clásica: cripta, claustro, escalinata, arcadas y pórticos, escaleras de caracol, etcétera. La cripta es accesible tanto por el interior de la nave central, como por uno de los patios exteriores.
Hay 28 cúpulas. Son unos de los elementos arquitectónicos más llamativos. Se pueden apreciar muy bien desde una zona privilegiada del patio anterior. Hay una gran cantidad de bustos que decoran la parte superior de la catedral, al lado de la cúpula, que recuerdan mucho a las esculturas que se ponían en los edificios renacentistas.
Las torres miden 30 metros, aunque “Justo quiere que las dos principales lleguen a los 60 metros.”
En la parte inferior de la escalinata principal, se pueden ver numerosas columnas que están realizadas de una forma totalmente artesanal. Utiliza bidones de gasolina viejos como moldes, rellenos de hormigón y para los pilares usa botes de Cola Cao.
Los grandes cubos cilíndricos de pintura, Justo Gallego los llena de hormigón que deja secar,para darles la forma deseada, y que más tarde une mediante hierros y cables.
Las barandillas y algunas juntas están hechas con hierros de obra que parecen haber sido desdoblados al recogerlos de vertederos, unidos con hormigón, y rodeados de trozos de cable eléctrico o de trozos de goma.
En el patio interior hay hormigón, alambres y hierros, dispuestos de una forma especial para obtener las diferentes formas.
A su lado también se encuentran otras dependencias en fase muy poco desarrollada todavía. Una de ellas es el lugar de trabajo, casi vivienda y descanso, del constructor guardada por un hermoso ejemplar de pastor alemán, que cuida infatigablemente de este entorno.
La visita continuó en Mejorada del Campo, donde observamos muchas nuevas construcciones de viviendas unifamiliares, de finales de los ochenta, con las que el municipio comenzó a incrementar el número de equipamiento público, que alberga a un nuevo tipo de población que trabaja en Madrid.
También visitamos la Capilla de San Fausto, que está dentro de la Iglesia de la Natividad, en la avenida de la Constitución. Fue la capilla privada de los Marqueses de Mejorada y panteón familiar, de estilo barroco, construida entre 1.667 y 1691. Realizada por artistas italianos, tanto las esculturas como el baldaquino central, en dónde están las reliquias del santo.
Mejorada del Campo está situada a 21 Km de Madrid y 15 de Alcalá de Henares, con una superficie de 17,21 Km y una población de 22.902 (2012). Limita con San Fernando de Henares, Velilla de San Antonio, Rivas-Vaciamadrid y Loeches. Los ríos Jarama y Henares confluyen en el término municipal. A lo largo de su ribera se encuentra el Parque Regional del Sureste.
Actualmente hay poca huerta, pero siguen siendo famosos los tomates del lugar por su calidad. Algunos de sus cultivos tradicionales fueron el cereal y los olivos. Estos últimos dieron nombre al barrio más poblado de la localidad, el barrio de Los Olivos, que se construyó en los años 70.
Su origen se remonta al paleolítico, durante el cual se establecieron varias colonias en la confluencia de los ríos Jarama y Henares.
Durante el siglo XII se fundó la localidad que se denominó Mejorada del Rey, cuando la población compró su autodeterminación y se sometió a la Corona Real.
La visita a Mejorada del Campo y a la catedral de Justo merece la pena. Esta última es una joya humana, poco conocida.