El pasado 28 de febrero dejamos a un lado el Madrid barroco y las bellas iglesias a las que nos habían llevado nuestros últimos paseos por Madrid para acercarnos al complejo de AZCA, una zona de la arquitectura contemporánea del cemento, del hormigón y del acero que nos mereció mucho la pena visitar. Después fuimos al espacio expositivo de Madrid Nuevo Norte, en Castellana 120, abierto para los visitantes que deseen conocer el mayor y polémico proyecto de transformación urbana que hay actualmente en curso.

Desde la acera de enfrente de la Castellana contemplamos la amplia vista que ofrece el complejo de AZCA mientras Carlos Nadal, nuestro guía, nos va explicando aspectos interesantes de su historia como que fue iniciado en los años sesenta cuando la zona se encontraba en las afueras de la ciudad y Plaza Castilla era aún pleno campo. ¡Parece mentira que haya cambiado tanto en tan poco tiempo!

El proyecto ya estaba pensado por Secundino Zuazo cuando se iniciaron los Nuevos Ministerios pocos años antes de la guerra civil. En 1954 la Comisaría General de Ordenación Urbana convocó un concurso para la ordenación de la manzana y el proyecto ganador fue del arquitecto Antonio Perpiñán inspirado en el Rockefeller Center de Nueva York. Pretendía crear un gran complejo comercial, financiero y de viviendas para descongestionar el centro urbano, aunque como suele suceder la idea inicial y la que finalmente se llevó a cabo cambiaron bastante. Se redujo, por ejemplo, el número de viviendas y no llegaron a ver la luz las amplias zonas ajardinadas centrales previstas, el palacio de la ópera o la biblioteca.

El acrónico de AZCA es muy complicado. Responde nada menos que a Asociación Mixta de Compensación de la Manzana A de la Zona Comercial de la Avenida del Generalísimo (actual Paseo de la Castellana). Está delimitada por las calles de Raimundo Fenández Villaverde, General Perón, la Castellana y la calle Orense. La zona de viviendas se sitúa sobre la calle Orense y Carlos nos cuenta que en ella viven unos 1.800 vecinos, pero a trabajar a las oficinas vienen unas 27.000 personas y deambulan alrededor de 100.000 al día. A finales de 1968 se inició la edificación del primer solar del conjunto perteneciente a El Corte Inglés. El último en levantarse ha sido la torre Titiana que ocupa el solar del quemado edificio Winsord, con todo su misterio, y cuyas seis primeras plantas pertenecen también a El Corte Inglés. Por debajo de la zona pasa el tráfico en tres alturas

Si los días de diario la zona está tan animada, los fines de semana parece un lugar fantasma. Fuimos rememorando que en los años 80 los famosos bajos de AZCA era una zona de ocio muy concurrida, con discotecas de moda para gente “fina” como Pichurri, Apple, La Máquina o Keros. Después, en los 90, se fue deteriorando con la implantación de bares y discotecas de ambiente latino en las que ha habido muertes, puñaladas, disparos… hasta hace pocos años. En la actualidad se quiere rehabilitar la zona de ocio limitando los locales, declarándola zona de protección de contaminación acústica, instalando cámaras de videovigilancia… Ya veremos si puede recuperar su “glamoor” de antaño o convertirse en algo mejor.

Carlos nos va haciendo reparar en edificios impresionantes como la torre Mahou, sede de la Mutua Madrileña, la citada torre Titiana… y nos acercamos a contemplar de cerca La torre de Picasso inaugurada en enero de 1989 y que ha pasado por distintos propietarios. Actualmente no nos sorprende que sea de Amancio Ortega.

Cuando se construyó era el edificio más alto de Madrid con sus 43 plantas y 156 metros de altura, ahora es el quinto después de las torres de la Castellana. Es imponente verla de cerca. Impresiona la limpieza de sus líneas y el gran arco con cubierta de cristal en la que se apoya todo el peso del edificio. Fue diseñado por el mismo arquitecto de las Torres Gemelas, el estadounidense de origen japonés Minoru Yamasaki, y también tiene su edificio gemelo en la Torre Rainier, en Seatle, Estados Unidos. Cuenta con 18 ascensores que viajan a 6 metros por segundo y todas sus plantas son diáfanas con una gran chimenea central que aspira los humos de los coches que pasan por AZCA. Los que hemos visto la película de Amenábar “Abre los Ojos” recordábamos las impresionantes imágenes tomadas desde la parte superior del edificio y desde las inmediaciones.

Nos acercamos después al que era edificio propiedad del BBVA y que sigue exhibiendo las siglas del banco aunque ahora solo ocupe las dos plantas superiores. Se finalizó en1981 y se le conoce más como Castellana 81. Con sus 107 metros de altura y 37 plantas es un referente de la arquitectura del siglo XX en Madrid y en España. Francisco Javier Sáenz de Oíza, el arquitecto navarro autor de obras tan emblemáticas como las viviendas del Ruedo en la M30, Torres Blancas o el santuario de nuestra señora de Aránzazu en Oñate fue su autor. Afortunadamente ha sido declarado bien de interés cultural para que no corra la suerte de convertirse en patrimonio perdido como, por ejemplo, la Pagoda de Fisac. Por debajo pasa el túnel del tren de Nuevos Ministerios y tiene dos grandes pilares sobre el que descansa todo el peso del edificio.

Carlos Nadal nos transmite su gusto por este edificio desde cuya terraza se ve todo Madrid. Nos dice que lo normal en estas estructuras son las grandes líneas de fuga verticales, mientras que aquí se privilegia el plano horizontal, una novedad tratada magistralmente por Oíza. Su superficie rectangular, totalmente lisa, está recubierta del acero Cortén que le encanta al arquitecto para todo y que distribuye en curvas que no dejan rastro del ángulo recto y que suavizan las formas haciéndolo muy dinámico. Su color es fantástico y cada cinco pisos tiene una planta más alta que rompe la repetitividad.

Si en la esquina sureste del complejo se eleva majestuosa la torre del BBVA, la Torre Europa ocupa la esquina nordeste. Este edificio es la obra más importante del arquitecto vasco Miguel de Oriol e Ybarra. Tiene un gran reloj ovalado en el medio con luz muy visible por la noche.

Entre 2016 y 2018 se llevaron a cabo obras de remodelación para la eficiencia energética que le ha supuesto la obtención del LEED de Oro, pero la fachada modificó su revestimiento metálico por un color más plateado y ello ha molestado mucho a Miguel de Oriol que lo ha denunciado ante el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid. Ya veremos si lo vemos vestido de nuevo con su color cobrizo inicial.

Mientras esperábamos para cruzar la calle e ir a Castellana 120, nos fijamos en el Palacio de Congresos con su gran mural de Miró que ha estado bastante tiempo sin actividad y en remodelación y que ahora está en proceso de gestión para ser adjudicado a alguna empresa que se encargue de organizar los Congresos.

Entramos después en el espacio expositivo de Madrid Nuevo Norte, la segunda parte de nuestra visita del día.

La exposición está pensada para convertirse en una experiencia interactiva con material audiovisual

Respira, Mira, Siente, Descubre y Habla son los sugerentes nombres de las salas en las que se estructura. Respira es la zona de recepción; Mira exhibe la espectacular maqueta a escala 1:1000 que representa el proyecto; Siente, trata de crear una experiencia de inmersión a través de la proyección de imágenes con recreaciones arquitectónicas y con gafas de realidad 360º que simulan cómo será pasear por algunos de los espacios si se hace realidad el proyecto. Descubre, pretende mostrar lo que no se puede observar a simple vista como infraestructuras de transporte subterráneo, los depósitos y conducciones de agua, etc. Habla es un espacio en el que se pueden aportar opiniones sobre el proyecto, escribir unas líneas con los deseos para la capital del futuro que formarán parte de una cápsula del tiempo que se enterrará con la primera piedra y participar en un sorteo de viajes a Londres, Berlín y París.

Nuestro grupo no pasó de la tercera sala. Pablo Rodríguez, responsable del área técnica, se encargó de mostrarnos la maqueta, de darnos sobre ella las explicaciones pertinentes y de responder a las preguntas que iban surgiendo.

Varias de nuestras asociadas plantearon cuestiones e hicieron observaciones muy afinadas que mostraban el conocimiento del proyecto y una clara conciencia crítica de la problemática con la que se afronta.

Nos quedó claro que se trata de un complejo muy importante que abarca tres kilómetros cuadrados de superficie repartidos en 5,7 km de largo dentro de la ciudad y que conlleva altos retos de infraestructuras. Es la joya de la corona de la municipalidad puesto que se va a levantar en terrenos que son más de un 60 por ciento propiedad de titularidad pública de ADIF, 20 por ciento de otras administraciones y solo el 20 por ciento restante de propietarios minoritarios.

Más de 20 años lleva en jaque el plan pasando por acuerdos y desacuerdos entre gobiernos de distinto signo político, querellas judiciales y crisis económicas, y , aunque se hayan producido mejoras, muchos colectivos defensores de la ciudadanía vienen criticando la primacía de la iniciativa privada en el desarrollo de la operación dejando a las administraciones un papel secundario. Consideran que es una operación básicamente especulativa que desde sus orígenes está sometida a la Constructora San José y al BBVA y sobre la que planea la incertidumbre en cuestiones como: ¿A qué se puede dedicar finalmente el terreno destinado a equipamientos públicos y cuándo se llevarán a cabo? ¿Se harán las torres y se venderán antes de hacer las infraestructuras en sentido amplio con transportes y equipamientos como sucede en otros barrios? ¿Qué salida se piensa dar al excedente de oficinas que ya hay en zonas limítrofes? ¿Qué pasará si finalmente las torres descomunales ahogan y sombrean los barrios asentados a sus pies? ¿Cómo se puede compensar una oportunidad perdida para avanzar en el reequilibrio de la capital y las desigualdades entre el sur y el norte? ¿El incremento de los desplazamientos motorizados no anularán los esfuerzos por reducir los niveles de contaminación que actualmente sufre la ciudad? ¿No se va a ver sobrepasada la red de transportes público y no pueden considerarse excesivamente optimistas las previsiones expresadas de que el transporte público absorbería la demanda nueva de movilidad?¿Lo que se pretende ofrecer como zona verde, no es en realidad una tremenda losa de hormigón?…

Es un hecho que el tejido social representado por la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM), Ecologistas en Acción, el Instituto para la Democracia y el Municipalismo y otras asociaciones se viene resistiendo a la operación Madrid Nuevo Norte. De hecho inundaron al Ayuntamiento con 3.227 alegaciones poniendo el énfasis en que supondría graves daños en las condiciones de vida, la salud y la sostenibilidad medioambiental de nuestra ciudad.

Tendremos que esperar bastante para ver los resultados y comprobar hasta qué punto estas preocupaciones están fundamentadas o se han quedado cortas. Muchos no lo llegaremos a ver porque el desarrollo de este macro proyecto no es a corto plazo, pero ¡ójala la participación ciudadana pueda influir y matizar las especulaciones!

Con cierto desasosiego por el desbordamiento de la brutalidad del proyecto buscamos un sitio para tomar una caña antes de separarnos y lo hacemos en un bar que no nos gusta demasiado, así que no se reseña.

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