La comunidad educativa del Colegio Ramiro de Maeztu levanta su voz en protesta ante la demolición planeada del escenario y los bancos deslizables históricos ubicados bajo el salón de actos, datados en 1934. Estos bancos, parte integral de nuestro patrimonio cultural e histórico, están en riesgo debido a las obras que se están haciendo en el colegio.
Aunque las obras han comenzado sin que la comunidad educativa tenga acceso previo a los planos detallados, contamos con el acta número 25-bis/2024 de la Comisión Local de Patrimonio Histórico del Municipio de Madrid, que describe la demolición del escenario en el que se instalan los bancos retráctiles como parte del proyecto general del colegio. Es crucial destacar que este acta fue aprobada sin la presencia de todos los firmantes necesarios, lo cual plantea serias dudas sobre la legalidad y transparencia del proceso.
La demolición de estos bancos no sólo constituye un ataque directo a nuestro patrimonio cultural y educativo, sino que también evidencia una absoluta falta de consideración por parte de las autoridades hacia la historia y la identidad del Colegio Ramiro de Maeztu. Es fundamental recordar que estos bancos no son simplemente muebles antiguos, sino un Bien de Interés Cultural, testimonio vivo de décadas de educación y comunidad en nuestro colegio.
Además, las obras en curso corresponden al proyecto original para la ampliación del colegio con la Escuela Europea Acreditada (EEA), proyecto que ya ha sido descartado. No se ha modificado el proyecto de las obras, y dado que la EEA ya no se implementará en el Ramiro de Maeztu, la demolición de los interiores, incluidos escenario y bancos deslizables históricos, carece de sentido y necesidad.
La comunidad educativa del Ramiro de Maeztu pide que se medidas para preservar estos elementos históricos. Exigimos transparencia en el proceso de planificación de obras y un diálogo efectivo que incluya a todas las partes interesadas, para que las obras que se realicen reviertan realmente en una mejora de las instalaciones acorde a las necesidades existentes. Además, denunciamos de nuevo la falta de consulta y la unilateralidad con la que se están llevando a cabo estas decisiones por parte de la Consejería de Educación, que sigue sin escuchar a la comunidad educativa.