Me fui a vivir a casa de mi madre con el bebé, cuando el médico me aconsejó que necesitaba reposo después de la cesárea. Contemplaba a Ainara a todas horas. Mi madre cual profesora de lactancia me decía cómo darle el pecho a la niña y para enriquecer el gineceo, …
Txispas era un setter inteligente y generoso que llevaba una buena vida con su familia feliz. Pero aquel lunes fue un mal día para él, cómo iba a saber que la pipa de plástico que el niño de la casa se ponía en la boca le era necesaria para respirar.