Su objetivo es promover la igualdad de oportunidades de las mujeres africanas, la transformación social y el desarrollo sostenible e impulsar políticas de cooperación e igualdad con perspectiva de género, en los Estados Africanos, promoviendo así la igualdad, la justicia, la equidad y la solidaridad en África. La nueva asociación se propone trabajar contra toda forma de discriminación de género, especialmente en Sanidad, Educación, Desarrollo económico y Liderazgo femenino.
Mujeres por África cuenta con el apoyo de varias empresas españolas (Banco Santander, Constructoras FCC, Corte Inglés, Mapfre…) y tres compañías magrebíes. La presidenta de Honor es la Reina Doña Sofía y los embajadores, dos deportistas de élite: Pau Gassol y Xavi Hernández. Inicialmente tiene un presupuesto anual de un millón y medio de euros.
Foto de mujer africana con el mapa de África proyectado en el rostro

En su Consejo Asesor está la Presidenta de Liberia, Ellen Johnson-Sirleaf, la exprimera Ministra de Mozambique, Luisa Dias Diogo, la vicepresidenta de Gambia, Isatou Njie-Saidy, la investigadora española Margarita Salas y las exministras españolas Isabel Tocino y Cristina Garmendia. Cuenta con el respaldo de la responsable de ONU-Mujeres, la expresidenta chilena Michelle Bachelet.
En el discurso de presentación, De la Vega, habló del lugar clave que ocupan las mujeres en África, dónde mantienen la economía informal, sustentan a casi la mitad de las familias, y hay un 30 por ciento de parlamentarias.
Se anunciaron diversos proyectos: Uno de Desarrollo Agrícola Integral para Mujeres y Una Cooperativa de Mujeres Taxistas, en Gambia; Gestión de Microcréditos; Salud Materna; Fármacos en Sierra Leona; Formación Profesional. Todos ellos verificables y evaluables, orientados a que las Mujeres sean “dueñas de sus vidas”.
Algunas de las intervinientes en el acto recalcaron que “la pobreza (en África) tiene rostro de mujer”, las niñas abandonan pronto la escuela para dedicarse al campo y al hogar y se utiliza la violencia sexual como arma de guerra.
Los testimonios de: Nouzha Skalli: “siglos de dominación masculina no se cambian de un día para otro” y de Isatou Njie-Saidy “tomar nota de las buenas prácticas de unas y de otras es avanzar juntas”, animaron a llevar a cabo proyectos conjuntos, ya que todas las formas de discriminación de género son un obstáculo importante para la paz, el desarrollo sostenible y el logro de los objetivos del Milenio de la ONU.