Tras el verano de 2019, el gobierno municipal anunció que iba a desmantelar los Foros Locales. En otoño la concejala Presidenta de Chamartin nos anunció en una visita protocolaria, que no estaba de acuerdo con las formas de participación a través de las asociaciones vecinales y movimientos sociales, y que ponía en marcha una campaña para escuchar a los vecinos personalmente, que iría a verlos a sus casas, a su salón.

Advirtió que estaba en contra del Foro Local y que solo funcionaría mientras fuera imperativo porque siguiera vigente el reglamento que los amparaba. El paso siguiente fue poner obstáculos a las proposiciones de las mesas del Foro y anular todas las propuestas de los mismos aprobadas en la legislatura anterior y pendientes de cumplimiento, al tiempo que se anulaban también los proyectos aprobados en los Presupuestos Participativos. A partir de 2020 también se acometió una política municipal de rescisión de concesiones de espacios a centros socioculturales gestionados por asociaciones en toda la ciudad, a pesar de que muchos estaban prestando ayuda social a grupos vulnerables que no atendía el Ayuntamiento en plena pandemia.

Finalmente hace un año se puso en marcha la redacción y tramitación de un Reglamento de Consejos de Proximidad para sustituir a los Foros Locales, que se aprobará el 25 de mayo próximo en el Pleno municipal de Cibeles.

Ahora, ya no habrá debate del Ayuntamiento con la ciudadanía sino unos organismos verticales controlados por el gobierno, que aconsejarán a la Concejala de la Junta.

Los Foros, como su nombre indica, trataban de ser espacios (plazas públicas) de debate en los que se analizaran, argumentaran y presentaran propuestas al Ayuntamiento -gobierno y oposición-, que contribuyeran a la elaboración de las políticas publicas que afectan a los barrios. Por su carácter deliberativo y horizontal, en el que solo participaban ciudadanos en tanto que tales, pretendían ser escuela de ciudadanía, de entendimiento y profundización de la democracia. Las mesas de trabajo las constituían los vecinos que se incorporaban al Foro para debatir los problemas del barrio que consideraban importantes. Necesitaban medios, y mejoras en su funcionamiento, que se estaban debatiendo, pero el nuevo gobierno municipal decidió romper la baraja.

Los nuevos Consejos de Proximidad tendrán una mesa por cada área de gobierno, lo que impide que los vecinos se agrupen y especialicen en los temas que les preocupan, y tendrán un vocal vecino del equipo de gobierno que tutelará lo que se trata y lo que se presenta al Consejo. Este estará formado por un vecino y un vocal del equipo de gobierno por cada mesa, un vecino elegido por las mesas (el Consejero) y la Concejala Presidenta, que tiene voto de calidad para resolver los empates; es decir la Concejala siempre gana, y solo se puede aprobar lo que ella quiera aunque todos los vecinos voten otra cosa.

Además las propuestas que elaboren las mesas, ya filtradas por el “tutor” del equipo de gobierno, si no se envían al Pleno del Distrito, mueren: sin debate con la oposición, sin debate publico y sin que el mismo pueda constar en acta. Hasta ahora, las proposiciones de las mesas del Foro se debaten en el pleno del distrito, interviniendo los vecinos, la oposición y el gobierno, y quedando reflejadas las posiciones en el acta y las sesiones grabadas y publicadas. Esto se acabó, ni debate, ni transparencia.

Los Consejos de Proximidad, ¡vaya nombrecito!, pretenden ser “consejeros” al servicio de la Concejala, que puede manipular a su antojo, sin respeto a los criterios de los participantes y sin la menor transparencia o publicidad de lo tratado.

Era una muerte anunciada, pero no por ello menos dolorosa para los que creemos en la democracia participativa, en el contraste de opiniones, en la argumentación de datos y propuestas.

Vendrán mejores tiempos pero, de momento, se acabó la participación.

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