Mrs. Blanquet manejaba muy bien a las muchachas como Katty. Aceptaban cualquier habitación de alquiler en sus caminos de huida. Llegaban enmudecidas por la violencia de sus familias, amantes o abusos infantiles. Mujeres jóvenes de voces susurrantes que apenas levantaban los ojos del suelo en un continuo disculparse. Katty abrió …
Al anochecer la camioneta se acercaba a la aduana, un edificio sombrío que a Dora le recordaba a las edificaciones de su pueblo. Observó entonces, que el anillo de boda estaba cubierto de sangre y se hizo un torniquete en el dedo con el pañuelo que llevaba en el bolsillo.
Con la música del “Himno de la Alegría” comenzaba el sábado en la plaza de España, la manifestación convocada por la Plataforma Estatal de Organizaciones de Familiares, y Usuarios de Residencias para Mayores y para Personas Discapacitadas. Existía la esperanza de que al final de la pandemia se tomarían medidas …
Eran las ocho de la noche y el pueblo estaba envuelto en una quietud de lluvia y espera que presagiaba sobresaltos. El Padre Celso, entró en el zaguán, dejó la bici a un lado y sacudió el impermeable.