DERECHO A LA VERDAD
Prospereando | 30/12/14 | ciudadanía

Con motivo de la celebración del día Internacional de los Derechos Humanos Universales, ha tenido lugar un acto conmemorativo en el Ateneo de Madrid. Durante el mismo, el Presidente de la Plataforma por la creación de una Comisión de la Verdad en nuestro País, expuso la situación de olvido en la que se encuentran las víctimas del franquismo y su falta de reconocimiento.

La ONU llevó a cabo un informe con recomendaciones para España recordando “que los familiares de desaparecidos en España quieren conocer la verdad sobre la suerte o paradero de sus seres queridos” y que existe una obligación que exige que la política de Estado, dé respuesta a las familias y permita recuperar los restos de sus familiares. España debe llevarlo a cabo, de acuerdo con el Derecho Internacional.

Más de cuarenta países de todo el mundo que también han sufrido dictaduras, han adoptado soluciones buscando la verdad, justicia y reparación de las víctimas. De ahí la importancia que tiene en nuestro País, después de 35 años de democracia, la creación de una Comisión de la Verdad. Conocer la verdad, aunque no sea posible la redención de culpas, es necesario para salvar la dignidad de las personas, cuando la verdad se sepa. Los ciudadanos e historiadores tienen derecho a ello.

Según recientes declaraciones de Álvarez Junco, historiador, a la cadena SER, durante la Transición española se negoció que “no habría que pagar culpas”. La oposición, no fue capaz de derribar al régimen, el aparato represivo quedó intacto.

Durante el franquismo, ya acabada la guerra murieron miles de personas, en los años cuarenta y la propia policía destruyó gran parte de la documentación, decían “que era por generosidad, para que no se supiera”.

Es preciso revalorizar el papel de los Archivos de la Memoria Histórica y en la actualidad todavía hay dificultad de acceso a los mismos, impidiendo esto el conocimiento de la verdad.

La Plataforma, antes citada está trabajando para conseguir una Comisión de la Verdad, que emane de las Cortes y comprometa al Gobierno, a las fuerzas políticas parlamentarias y sociales.