La exposición monográfica sobre Ernst Ludwig KIRCHNER (1830-1938), en Madrid, organizada por la Fundación Mapfre y la colaboración especial del Kirchner Museum y otros Museos y colecciones privadas, permite contemplar pinturas, dibujos, grabados y esculturas del famoso representante del expresionismo alemán. Su obra está asociada a los acontecimientos políticos y sociales ocurridos en su época y en los lugares en los que él vivió.

Durante el recorrido por las distintas salas se puede apreciar a través de sus cuadros, el reflejo de las diferentes etapas vitales acaecidas en la azarosa vida del artista.

En los primeros años, 1905-1915, es ejemplo de la vanguardia europea, inspirándose en la gran ciudad y en la figura humana, pintando desnudos en grupos o aislados, en interiores o en la naturaleza.

En Berlín se vivía la agitada atmósfera de preguerra, antes de la primera guerra mundial. De esta época son: “El juicio de París” y “Bañistas en Fehmarn”, “Dos desnudos amarillos con ramo de flores”, “Desnudo con sombrero negro” -grabado en madera a fibra-, ”Dodo sentada”, “Guerra en la calle” o “Mujer ante el espejo”, utilizando perspectivas distorsionadas y dislocaciones angulares de las modelos, como “Mujeres en cuclillas”, en arenisca.

Del 1915 al 1917, denominado tiempo de crisis, debido a las crisis depresivas que sufrió por el consumo de drogas, exceso de trabajo y una vida agitada que le llevaron a ingresar en diversos sanatorios, son obras como: “Busto del enfermo”, “Autoretrato” -grabado en madera a la fibra- que expresa la angustia que padeció, así como lienzos que representan a médicos, enfermeras y pacientes.

Con posterioridad trascurren los años en Davos (1917-1925), donde se instaló hasta el fin de sus días, inmerso en la vida de los campesinos, en un ambiente rural. Allí Los Alpes, marcan su obra y su momento vital, utilizando pinceladas con muchos colores, conformando el “estilo tapiz”: “Tinzenhorn, garganta de Zügerschencht, en Monstein“ -óleo sobre lienzo-; distintos autoretratos: “El pintor”, “Las tres viejas”, que reflejan dulzura, serenidad y concentración en sus rostros; “La familia”, “Taller de montaña”. Utilizando un lenguaje abstracto con color y formas ameboides: ”Gran pareja de enamorados”, “El beso” -grabado en madera a la fibra-.

Con el ascenso del nazismo, le incautan 639 obras de arte, denominándolas –obras de un degenerado- y las retiran de los museos alemanes. Expulsado de la Academia de las Artes prusiana, el 15 de junio de 1938, se suicidó.

La exposición finaliza con una colección de fotografías, tomadas desde 1909, algunas de las cuales se ven plasmadas en sus cuadros y dónde se observan diversos matices de luz y contrastes.

La Asociación Valle-Inclán recomienda a los vecinos de la Prospe y a los lectores de Prospereando en general la visita a la exposición, por la oportunidad que supone poder contemplar las obras de este artista.

Se puede visitar hasta el 2 de septiembre, en Fundación Mapfre, Paseo de Recoletos, 23.- Teléfono: 915 816 100. Entrada gratuita.