UN RELATO CÓSMICO

Lo hemos visto: la nebulosa de Orión es una gigantesca zona de formación de estrellas que nacen y mueren en un continuo crepitar de luces que brillan y se apagan sin descanso. Y en Piscis, una de las cuarenta y ocho constelaciones antiguas, se ve brillar RZ Piscium, una estrella variable que, acaso, cada instante devore a sus planetas cercanos dejando una inmensa nube de polvo y gas que, a ratos, movida por “vientos” gravitacionales, oculta sus destellos.
¿Estará entonces Dios creando y destruyendo, cada momento y sin descanso, esos infinitos mundos en una fatigosa tarea sin sentido? Eternamente.

UN RELATO ASTRONÓMICO

-Por ti, feliz Navidad.
-Chin, Chin… ¿Sabes?, estoy enamorado.
-Enhorabuena, amigo… ¡Cuenta, cuenta!
– Es desde hace tiempo, acaso un año.
-¿Tanto?
-Desde que empecé aquí.
-¿En Calar Alto?- Sí, aquí en Almería.
-Almería tuvo que ser, con su lunita bonita, testigo de vuestro amor…
-Calla, no seas gamba, que se van a enterar todos.
-Mujer, es que es muy bonito venir al curro y enamorarte, por qué ha sido en el Observatorio, ¿no?
– Sí, claro, aquí. En, no, con.
-¿Qué quieres decir?
-Con el Reflector de 2.2 metros, con ese.
-Ah, ya entiendo, trabajando con ese reflector y algún colega te ha enamorado como una colegiala.
-No, no es un colega. Es ella.
-Por Dios, qué me dices… ¡Tú…!, ¿tú también?
-A ver que piensas, colega, ¡a ver qué piensas…!
-¿Qué voy a penar, nada, me parece bien? ¿La conozco?
-Quizá, tú estás en el reflector de 3.5 metros y quizá la hayas visto de pasada.
-¿Es esa alemana alta y guapa?
-Frío.
-¿La sueca rubia de postdoctorado?
-Frio, frío.
-Dime, ¡no me tengas así, en ascuas! No seré yo, ¿verdad?
-Tú. Imposible.
-Porque eres alta y buena moza… ¡como tu madre, morena salada…!
-¡Ahora eres tú la gamba!… Venga, canta, pero de verdad, ¿quién es ella?
-Verás, Lucita, amiga mía, es pequeña… ¡una enana!
-No me digas que tienes esas pulsiones, Carmen.
-Bueno, sí, qué pasa, es enana.
-¿Cómo de enana?
-De unas 0,08 masas solares.
-¡Idiota, so tonta!… ¡es una enana marrón!
-De las que queman litio y es preciosa.
-En dónde la encontraste, ¡so idiota!, que me has tenido en suspenso una hora.
-Solo cuatro minutos por ese reloj que va con el M. de G., no exageres.
– ¿En dónde?
-¿Para verla tú? Ni hablar que es solo mía.
-Pero mira que eres tonta… No seas celosa, chica, solo mirarla un ratito, ¡anda!
-En Acuario, cerca de Skat, a la que encontrarás enseguida por su magnitud aparente de +3.27. Mi enana marrón está a la derecha, con una declinación -15 grados, 52 minutos y 31 segundos. ¡Toma, toma nota, que luego se te olvida! Es preciosa, ya lo verás.
En la mesa contigua toma café el profesor Andrade, que musita:
-¡Enanas marrones!… ¡Bah, donde esté Alfa Centauri B, mi enana roja, que se quiten todas!
Termina su brebaje y se marcha. Ahora le toca a él usar el reflector de 1,5m. y podrá mirar durante una hora a su amada.

Dejar una respuesta