Cualquier persona que trabaja para mejorar la salud de otros, defiende el derecho a la vida y dirige todo su esfuerzo a sostener el sufrimiento humano, a disminuir el dolor y a acompañar en la desolación y la desesperanza.

Personalmente, sin ser palestina ni tener un lazo familiar con ellos, no puedo sacar este tema de mi cabeza y me impide vivir en calma.

La historia de sufrimiento del pueblo palestino no se remonta al 7 de octubre de 2023, como algunas personas intentan explicar. Su historia son 77 años de masacres periódicas por parte de Israel, de privaciones y control dentro de su país, de ir viendo cómo reducen su territorio y van siendo colonizados por asentamientos israelíes.

En los medios de comunicación se habla del derecho a la ”defensa propia” de Israel tras el ataque de Hamás de octubre de 2023 y yo me pregunto ¿y el derecho a defenderse del pueblo palestino durante estos más de 70 años? Honestamente , entiendo ese derecho a resistir, a no dejar de existir. ¿Qué habría hecho cualquier otro país?

En estos 2 últimos años la ofensiva israelí ha ido aumentando despiadadamente, hasta reunir las condiciones exigidas para hablar de GENOCIDIO según el Estatuto de la Corte Penal Internacional (Artículo 6 ) “Acto de matanza de los miembros de un grupo nacional, étnico, racial o religioso, intencionalmente dirigido a destruirlo total o parcialmente y con el sometimiento intencional a condiciones de existencia que hayan de acarrear su destrucción física total o parcial”.

A estas alturas, ninguna persona mínimamente informada y con una capacidad cognitiva básica, puede negar el genocidio que Israel está ejecutando sobre Palestina. Los datos de población civil asesinada son aterradores, para aquellas personas que no han construido una coraza protectora y aún sienten el dolor ajeno.

Las imágenes, demoledoras, nos muestran “en vivo y en directo” la cruenta y desesperante realidad de la población. Nadie podrá decir que no lo sabía, todas y todos somos testigos y cómplices si no actuamos.

Hablamos de unas 66.000 personas asesinadas, entre ellas unos 20.000 niños y niñas, que en nada se diferencian de los nuestros.

Desconocemos las víctimas sepultadas bajo los edificios bombardeados, de hecho la relatora de la ONU Francesca Albanese refiere que el número real de víctimas podría llegar hasta las 680.000 personas (el 25-30 % de la población de la franja de Gaza)

Sí sabemos que hay unos 41.000 niñas y niños heridos, sin familiares supervivientes, perdidos y sin saber dónde ir ¿somos capaces de ponernos en su piel?

Sabemos también que más de 500.000 personas están en fase 5 de hambruna catastrófica y morirán en breve, teniendo toneladas de alimentos, de medicinas y material sanitario pudriéndose bloqueados al otro lado de la frontera.

MATAR DE HAMBRE, ESO SÍ ES TERRORISMO.

”Juegos del Hambre” llaman frívolamente a los asesinatos cometidos impunemente por parte de los soldados israelíes sobre las personas que acuden a los puestos de entrega de alimentos, hambrientas e indefensas. Auténtico sadismo.

Y en los últimos días Israel lanza sucesivos ultimátums a la población gazatí, exigiendo su evacuación obligatoria, amenazando con la invasión terrestre.

Se trata de un viaje a ninguna parte, ya que ningún lugar es seguro en Gaza.

Si recordamos las imágenes del holocausto, en Alemania transportaban a las víctimas en trenes hacia los campos de concentración. Aquí vemos imágenes de personas huyendo a pie (si no tienen los 1.500 dólares necesarios para ser transportadas en destartalados vehículos) exhaustas,desoladas y perdidas.

Algunas se han puesto en camino sin fuerzas, acarreando sus maltrechas posesiones y otras muchas han decidido quedarse. Esperarán la muerte,serena y dignamente, no tienen forma de huir y sienten la decepción de ver la pasividad del resto de países.

A Israel no le interesa que se difundan las noticias y las imágenes de lo que sucede en Palestina, es por eso que los periodistas son objetivo de guerra y unos 300 han sido asesinados.

Tampoco le interesa al gobierno de Israel que las personas heridas se puedan recuperar. El sistema sanitario es la única esperanza de supervivencia, es por ésto que atentan contra los hospitales (el 100 % dañados, rodeados, amenazados y cortados los accesos, 19 de los 36 no funcionan), contra las ambulancias (cerca de 150 atacadas) y contra los trabajadores sanitarios (cerca de 1.500 asesinados, 130 torturados y 181 secuestrados, según el Instituto de Estudios Palestinos).

Las trabajadoras sanitarias españolas sabemos que allí seríamos objetivo militar y nuestro trabajo debería desarrollarse en condiciones inhumanas.

Por el sufrimiento de toda esa población y por solidaridad con nuestros compañeros sanitarios palestinos, desde nuestro colectivo sanitario no podemos mirar para otro lado. Debemos exigir a nuestros colegios y asociaciones profesionales un pronunciamiento claro sobre el genocidio, así como demandar a las asociaciones profesionales internacionales la exclusión de Israel. Debemos implicarnos saliendo a la puerta de nuestros centros sanitarios en apoyo a Palestina. En Atención Primaria salimos una vez a la semana y cada vez somos más los centros de salud apoyando, se unen centros en otras comunidades. También diversos hospitales convocan actos en diferentes ciudades. Se trata de tejer red entre todas y todos.

En este momento la Global Sumud Flotilla sigue sumando barcos y personas que ponen en riesgo su vida, para salvar otras, abriendo corredores de ayuda humanitaria. Ya se han confirmado 502 muertes por hambre y hay 15.600 personas que necesitan evacuación al extranjero para ser atendidas.

La situación es URGENTE, a Gaza le queda un suspiro para desaparecer y en sus tierras demolidas, Israel y EEUU harán negocios inmobiliarios.

Es un atentado contra la HUMANIDAD en su totalidad y es toda la humanidad la que debe poner fin a este genocidio.

Si los gobiernos no se implican por intereses económicos, tendrá que ser la ciudadanía la que paralice este genocidio. La flotilla representa a muchas personas de muchos países. Si tocan a la flotilla deberíamos paralizarlo TODO, ya que si vence el sionismo, cualquier país puede estar en riesgo de ser colonizado.

Por Ana Encinas, médica de Atención Primaria, Miembro de Sanitari@s con Palestina y Health Workers 4 Palestine España.

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