El Madrid de los barrios llora la muerte de uno de sus hijos más queridos, de una de las personas que mejor conocía y amaba sus rincones. Este lunes, a las 23:00 horas, fallecía Francisco Caño como consecuencia de un tumor descubierto hace dos meses. A los 69 años, la enfermedad nos ha arrebatado a uno de los más grandes, maestro de maestros y referente imprescindible del movimiento vecinal madrileño y del Estado español.

Con una humanidad que servirá de ejemplo a generaciones venideras, dedicó cada segundo de su vida a luchar contra la injusticia social y por la dignidad de las personas que menos tienen. Por hacer de Madrid y de sus barrios populares lugares más habitables, solidarios y abiertos. Lo hizo desde el PCE, IU, CCOO y, por supuesto, desde la FRAVM y desde su barrio, de la mano de la Asociación Vecinal de Villa Rosa, de la que fuera fundador y alma mater.

Tras pasar su infancia en el barrio de Adelfas (Retiro), en 1970 se trasladó a esa zona de Hortaleza, un lugar en el que hubo que batallar duro para conseguir colegios, zonas verdes, centros de salud o viviendas dignas. La huella de Caño está en todos esos servicios y equipamientos que hoy hacen de Villa Rosa un extraordinario lugar donde vivir.

Con su asociación vecinal, que nace dos años después de su traslado, Caño organiza el 12 de marzo de 1976 la primera manifestación autorizada en Madrid tras la muerte del dictador Franco, una marcha vecinal por el asfaltado de la carretera de Canillas. No será el único hecho en el que fue pionero. Luchador incansable por el derecho a techo, impulsó con enorme éxito las primeras cooperativas vecinales de vivienda protegida. Su huella se halla en promociones de Hortaleza, San Blas-Canillejas y Fuencarral-El Pardo.

Paco Caño lo fue todo en el movimiento vecinal. De hecho, no es posible hablar de las asociaciones vecinales de Madrid sin mentarlo y reconocerlo. La Asociación de Villa Rosa fue una de las 20 entidades que en 1977 dieron vida a la FRAVM, organización que hoy cuenta con 270 agrupaciones y más de 114.000 socios y socias.

Vinculado desde aquellos primeros años a la “Fede”, el 10 de enero de 2005 reemplazó al histórico Prisciliano Castro como presidente de la entidad, cargo que ocuparía hasta el 23 de mayo de 2007, cuando Nacho Murgui, hoy concejal y responsable del Área de Gobierno de Coordinación Territorial y Asociaciones del Ayuntamiento de Madrid, recogió su testigo.

Durante su mandato, con el acuerdo de las asociaciones vecinales, el Consistorio de la capital desarrolló importantes Planes Especiales de Inversiones y Actuaciones en barrios desfavorecidos de distritos como Villaverde, Puente y Villa de Vallecas, San Blas, Vicálvaro, Tetuán, Carabanchel y Latina.

Hablar del movimiento vecinal madrileño es hablar de Paco Caño: de su entrega sin límites, de su tesón, de su paciencia infinita, de su coherencia. Persona de convicciones férreas aunque profundamente abierto y tolerante, se dejó la piel para lograr la unidad del movimiento vecinal y de este con otros como el sindical y el conservacionista.

Gran impulsor de los huertos urbanos comunitarios, al frente de la Comisión de Medio Ambiente y Consumo de la FRAVM, trasladó a las asociaciones vecinales las visiones y demandas del ecologismo social. Detrás de la incorporación al movimiento ciudadano de cuestiones como la lucha contra la polución atmosférica y la contaminación electromagnética, la gestión ecológica de residuos o los grupos de consumo responsable, se halla también la huella de nuestro infatigable Paco.

Delineante de profesión, Paco conocía como nadie los barrios populares de Madrid y otros municipios de la región. Como si no tuviera suficiente con sus horas de militancia en colectivos sociales y políticos, en sus ratos libres gustaba de recorrer a fondo sus parques, calles y plazas para conocer su estado y carencias. Gran conversador, con una memoria prodigiosa, era una auténtica enciclopedia andante. Todos estos rasgos lo convirtieron en un referente y maestro de varias generaciones de activistas vecinales.

Portavoz de IU en Hortaleza hasta el año pasado y miembro de la Fundación Abogados de Atocha, consagró parte de su vida a la recuperación de la memoria histórica democrática y del propio movimiento vecinal. Gracias a su empeño, la FRAVM cuenta con un importante archivo fotográfico que da cuenta de los 50 años de historia del movimiento en Madrid. Su incorregible entusiasmo se encuentra también en las celebraciones que tuvieron lugar con motivo del 40 aniversario de las asociaciones vecinales, que se organizaron de manera coordinada con la Federación de Asociaciones Vecinales de Barcelona.

Madrid llora la pérdida de uno de sus grandes e imprescindibles. Solo podemos comprometernos a seguir tu ejemplo, querido amigo y compañero. Ese será nuestro mejor homenaje. Que la tierra te sea leve, querido Paco. Anoche, a las 22:00 horas, tuvo lugar una multitudinaria ceremonia de despedida civil en el tanatorio de Tres Cantos, tras la cual fue incinerado.

Artículo publicado por la FRAVM