El libro de Ritama Muñoz Rojas, editado por Reino de Cordlelia, se presentó por la autora en el Parque de Berlín al inicio de la Fiesta del Libro del distrito de Chamartín.

Lamentablemente la Junta desprogramó este acto después de anunciarlo en los carteles para, en el ultimo momento, permitir que se celebrara, eso si, en un rincón del recinto. Durante el acto, la concejala Presidenta improvisaba en el auditorio a pleno volumen, unas palabras a los participantes en una actividad infantil que había concluido, sin tan siquiera saludar a los asistentes a la presentación del libro. Al parecer el recuerdo de los refugiados españoles exiliados no es un asunto de interés en esta Junta de Distrito.

Esta situación, tiene mucho que ver con la materia tratada por la autora en el libro y por los exiliados en sus cartas, en las que se habla con emoción del olvido que en que vivían, cincuenta años después de concluida la guerra, y de como al refugiarse en Francia se les miraba con prevención por parte importante de la población, por el hecho de ser refugiados y carecer de medios de subsistencia.

El libro presenta las circunstancias en las que se produjo la huida por el paso de Le Perthus, para escapar del ejercito franquista que arrasaba lo que encontraba a su paso, y su estancia en los campos de concentración franceses hasta que fueron repartidos por los departamentos del mediodía del país, su subsistencia durante la guerra europea en la que muchos combatieron contra el fascismo, y sus posteriores dificultades para integrarse en la vida francesa, dada su escasa cualificación, falta de medios y, en muchos casos, discapacidades,.

Asimismo se narra la creación en 1983 de la Asociación de Amigos de los Antiguos Refugiados Españoles, que desde Madrid y Toulouse ayudó y, sobre todo, acompañó a estos exiliados, que aparte de privaciones materiales sentían una gran soledad y olvido. Esta Asociación se constituyó como continuación de Spanish Refugee Aid que desde 1953 a 1982 ayudó desde EEUU a estos refugiados, impulsada por Nancy MacDonal y presidida sucesivamente por Pau Casals, Salvador de Madariaga y otros españoles solidarios,

La correspondencia que mantenían los exiliados con la Asociación, núcleo principal del libro, son una muestra emocionante de cómo vivían su situación y agradecían que algunas buenas personas no les olvidaran tras su entrega a la defensa de la libertad, la democracia y la República, a pesar de la falta de reconocimiento por las instituciones.

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