En vísperas de las elecciones generales del próximo domingo 23 de julio, y en un momento en el que parte de la atención informativa vuelve a poner el foco en los grandes incendios forestales por el actual incendio en la Isla de La Palma, Greenpeace España exige a las fuerzas políticas que concurren a las elecciones que asuman la necesid de avanzar en un marco de acción común en el contexto de la emergencia climática.

La mitad de la superficie del Estado español es forestal. Los bosques, plantaciones, matorrales y pastizales ocupan el 56% de la superficie total del suelo español, aproximadamente 27,6 millones de hectáreas. También, nuestro país ocupa el tercer lugar, tras Suecia y Finlandia, en superficie arbolada y lidera el ranking dentro de la ecorregión mediterránea en cuanto a superficie forestal. Además de ser una potencia forestal, con una gran diversidad de tipos diferentes de ecosistemas forestales, el monte en España está en expansión, a pesar de los incendios forestales.

Pero, tras una revisión exhaustiva de los programas electorales, Greenpeace España alerta de que las propuestas negacionistas o tibias ante el problema del cambio climático y la pérdida de biodiversidad, como las de Vox y PP, impiden hacer un correcto diagnóstico de los retos a los que se enfrenta esta gran superficie y, por tanto, acertar con las soluciones adaptadas a cada territorio que son necesarias para abordar la gestión correcta de nuestros ecosistemas forestales, así como la prevención y la extinción de los grandes incendios forestales.

“Es realmente preocupante que algunos partidos políticos como Vox y PP nieguen o minimicen el papel que la actual crisis climática juega en el incremento de los grandes incendios forestales. En sus programas, aunque mencionan la gestión forestal, no detallan cómo la harán ni prevén un incremento de presupuestos para el sector forestal o la prevención de incendios. Con estas propuestas difícilmente se pueden conseguir los consensos necesarios entre el Gobierno del Estado y las CC.AA. a la hora de abordar la necesidad de gestionar nuestros paisajes forestales de cara a la prevención y gestión de incendios desastrosos como los que vivimos en el verano de 2022 y en lo que va de 2023”, ha declarado Miguel Ángel Soto, portavoz de la Campaña de Bosques de Greenpeace España.

La situación de emergencia climática y pérdida de biodiversidad está haciendo más compleja y peligrosa la gestión de los incendios forestales. Estos incendios se ven agravados por cambios en el paisaje y también por el aumento significativo del número y gravedad de los extremos climáticos – como la cantidad y duración de las olas de calor, por ejemplo-  durante las últimas décadas.

Un verano atípico en cuanto a incendios forestales

El año 2023 está siendo un año atípico en cuanto a grandes incendios forestales (GIF), aquellos que superan 500 hectáreas, porque se han contabilizado a principios de la época estival 15 de estos grandes fuegos, frente a los 12 de 2022. Además,13 de ellos ocurrieron muy temprano, en primavera (a finales de marzo) en Asturias y Cantabria. En los últimos días se ha sumado el incendio iniciado el pasado sábado en el municipio de Punta Gorda, en la Isla de la Palma. Este gran incendio ha quemado hasta el momento 3.500 hectáreas, ha afectado a 20 viviendas y obligado a evacuar varias poblaciones. El fuego ha entrado en el interior del Parque Nacional de la Caldera de Taburiente, donde la labor de los equipos de extinción es extremadamente complicada debido al carácter abrupto y escarpado de las laderas de este espacio protegido.

Según datos del MITERD (1), hasta el pasado 9 de julio se habían producido en el territorio español un total de 5007 siniestros, con 59.568 hectáreas de superficie forestal afectada y 15 grandes incendios forestales (al que habría que sumar ahora el actual de la Isla de la Palma). Este dato es un 42 % superior que la superficie media quemada en los últimos 10 años, pero inferior a la superficie afectada en 2022 por estas fechas, 73.269 hectáreas.

El pasado año 2022 fue el peor de los últimos 28 años, con 57 grandes incendios forestales. Estos enormes y virulentos fuegos, que suponen el 0,5 % del total de incendios forestales, fueron responsables de más del 80 % de la superficie quemada. Fueron incendios que debido a las condiciones meteorológicas y topográficas escaparon a la capacidad de extinción, se hicieron ingobernables y duraron muchos días. Además de la superficie barrida por el fuego, hubo 30.000 personas desalojadas, 4 fallecidas, 90 heridas, miles de hectáreas de alto valor ambiental afectadas y pérdidas de infraestructuras y de medios de vida de la población rural.

El calentamiento global agrava la evolución de los incendios forestales hacia fenómenos más peligrosos, rápidos e incontrolables, con un comportamiento diferenciado. Además, esta situación supone un sobreesfuerzo de los operativos en extinción que supone una amenaza para el conjunto del Sistema Nacional de Protección Civil. Es decir, en determinadas situaciones, los medios de extinción no pueden garantizar la seguridad de toda la población ni sus propiedades ante incendios de alta intensidad.

Urge una estrategia que combine el desarrollo rural y la lucha contra la emergencia climática

Greenpeace España demanda un mayor esfuerzo de coordinación entre el gobierno central y las CC.AA., para lo que se hace imprescindible seguir avanzando en un marco de acción común a escala nacional, capaz de integrar a todos los agentes, públicos y privados implicados, tal como marcan la Estrategia Nacional de Protección Civil 2019 del Ministerio del Interior, y las Orientaciones estratégicas para la gestión de incendios forestales en España 2022 del MITERD.

Dentro de esta estrategia es importante escuchar las conclusiones del Foro de debate y propuestas de acción para la gestión de los grandes incendios forestales en España, un proceso de búsqueda de consensos entre expertos en extinción, gestión forestal, investigadores y mundo académico y movimientos ecologistas que dió como resultado la presentación el pasado mes de junio de una Declaración sobre la gestión de los grandes incendios forestales en España (2), en la que se acordó la necesidad de destinar alrededor de 1.000M €/año para gestionar el paisaje forestal a escala nacional.

Demandas de Greenpeace España para las próximas elecciones generales

Teniendo en cuenta esta situación, Greenpeace está pidiendo a los partidos políticos que concurren a las elecciones generales del próximo 23 de julio (3).

  • Intensificar la coordinación con las Comunidades Autónomas en la prevención de incendios forestales, siguiendo las directrices y criterios comunes para la elaboración de los planes de prevención del Real Decreto Ley 15/2022.

  • Reforzar las competencias del Comité de Lucha contra los Incendios Forestales (CLIF) y mejorar el acceso a la información para fomentar una cultura forestal que tenga como pilares la transparencia y participación de todos los actores sociales.

  • Establecer un fondo presupuestario de apoyo a la prevención de incendios y gestión forestal para poder fortalecer el trabajo de todas las administraciones y actores y así ayudar al cumplimiento de las obligaciones en materia de prevención de incendios forestales.

  • Impulsar una gestión forestal adaptativa para conformar paisajes más resilientes frente a los escenarios de cambio climático.

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