El jueves 7 de febrero presentamos en la Asociación de Vecinos Valle Inclán el libro de Asunción Bernárdez sobre la mujer en los medios de comunicación.

Vimos como los medios de comunicación influyen en nuestra ideología. Como hay dos modelos de mujeres para ellos, las heroínas y las muñecas.

No encontramos en el libro una relación de obras literarias o películas o anuncios en una deriva emocional de la autora como espectadora. Más bien entiende lo que se juegan las mujeres de carne y hueso en los terrenos de la ficción, la invención y la imaginación.

Tengo que exponer una idea que se me ha ocurrido leyendo el libro. Las y los publicistas no son tontas o tontos. Se fijan en lo que tiene atracción para l@s que soportamos el poder, l@s consumidores, a saber: el propio poder, el dinero y las mujeres bellas (o también los hombres bellos) y muestran lo más fácil: la belleza de las mujeres (en este caso vamos a dejar los hombres por no ser objeto de este libro). Son las mujeres bellas más fáciles de mostrar que el poder o el dinero. Aunque en el caso de este último, el dinero, se representa a través del lujo: joyas, coches, perfumes y éstos presentados por mujeres (u hombres) modelos, artistas de cine, de teatro, etc. Y todo ésto va unido al sistema económico….etc, etc.

Sobre todo ello nos habló Asunción Bernárdez, profesora de CC de la Información de la Universidad Complutense de Madrid y también Directora del Instituto de Investigaciones Feministas de la Complutense.

En su exposición nos introdujo en los entresijos del libro, que en definitiva es ver como a través del beneficio que representa lo mostrado en la cultura mediática, no importa confeccionar unos ejemplos que en la realidad no existen, pero que representan los ideales para los que pagan, que en definitiva son los que detentan el poder, y contratan a los intermediarios: publicistas, realizadores de cine y televisión, productores de barbies y otros tipos de muñecas idealizadas, así como el no va más, presentar a la mujer como heroína de ciertas historias, con la atracción de que ahora es la mujer la que tiene mayor publicidad, en vista de que sus reivindicaciones están llegando a todo el mundo, occidental, por supuesto.

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