Eran las dos de la tarde del 28 de septiembre y en la Plaza de Prosperidad se escuchaba a la Orquesta Solfónica del 15-M cantando el poema de Mario Benedetti en las primeras fiestas populares de San Miguel,  “Cantamos porque el grito no es bastante/ y no es bastante el llanto ni la bronca./ Cantamos porque creemos en la gente/ y porque venceremos la derrota”.

Este año, la Junta Municipal de Chamartín declaró, de forma unilateral, al parque de Berlín “recinto no ferial”, negando la colocación de casetas a partidos y asociaciones vecinales en las fiestas de San Miguel.  Ante esta sinrazón, en septiembre y tras varios intentos de modificar la decisión de la Junta sin éxito, la AV Valle-Inclán, junto con el 15 M y la Escuela de Prosperidad, formó una Plataforma para organizarlas.

Teníamos poco tiempo, escasos medios económicos y mucho ánimo e imaginación que culminaron en cuatro intensos días, como el vivido el 26 de septiembre a las diez y media de la noche en el Parque de Berlín con la llegada de mil activistas de la “bici crítica”, que llenaron la campa de alegría y solidaridad con nuestras fiestas alternativas.

El día 27 un pasacalles, encabezado con la pancarta:  “Por unas fiestas populares y contra los recortes sociales”, recorrió el barrio de Prosperidad.  Juntó a unas decenas de personas, no muchas, que llegadas al Parque de Berlín, manifestaron su alegría al saber que vecinos de la Prospe se unían al pasacalles al oír nuestra música desde sus balcones y casas.  Gozo al ver que nuestro esfuerzo para salvar las fiestas no era inútil.  Y bochorno y estupor en el parque al ver que el supuesto recinto “no ferial” se había convertido en un lugar lleno de casetas, más que nunca, sin contenido vecinal, sin sensibilidad hacia los deseos y necesidades del barrio, incitando a un consumo de barraca y alejadas de unas fiestas populares que durante 40 años ha realizado nuestra Asociación para mantenerlas.

El día 28 la Orquesta Solfónica del 15 M nos visitó en la plaza, con canciones reivindicativas y de humor y el 29 las fiestas culminaron con la que se hizo en la Asociación de Vecinos Valle-Inclán, donde nos reunimos socios, socias y gentes venidas de todo el barrio para escuchar, sentir y reír los versos satíricos de Jesús González y José María Alfaya y su grupo que nos deleitaron con la representación de “El mitin del ciudadano”.

Las fiestas tienen su expresión en la alegría, en el sentido lúdico que las recorre, en la cohesión social que se realiza, en el intercambio de sensibilidades y conocimientos, en su tono reivindicativo, todo ello alejado de las fiestas “populares” que nos quiere imponer el Ayuntamiento que nos gobierna para que seamos una mera mercancía de consumo, para convertirnos en personas acríticas y fáciles de manejar y por su temor a todo aquello que no pueden controlar.  La negación de la Junta a la colocación de casetas a partidos políticos y asociaciones no ha sido económica, ni ecológica, sino ideológica.

Y mientras llegan las segundas fiestas populares del 2014 seguimos escuchando a Mario Benedetti:  “Cantamos porque el sol nos reconoce / Y porque el campo huele a primavera / Y porque en este tallo, en aquel fruto, / Cada pregunta tiene su respuesta”.