El techo de cristal

La obra que desde hace años necesitaban los escenarios madrileños.

Laura R. Galletero, enfrenta a dos malditas, dos poetas encuadradas dentro de la poesía confesional, dos escritoras que recibieron el Premio Pulitzer.

Dos mujeres, dos situaciones distintas, dos compromisos sociales confusos y dos futuros indefinidos junto a una sola verdad: La necesidad de ser ellas, la necesidad de que la sociedad asfixiante no las condicione ni las manipule.

La obra comienza con la palabra “amor” húmeda de lágrimas, vodka y lamentos… y termina con la palabra ”primavera”, a modo de nacimiento de la esperanza.

“El techo de cristal” tuvo su espacio de ensayo en el Centro Cultural Nicolás Salmerón. Hay que reconocer que aunque en el distrito no se haga teatro, sí se ofrecen espacios para ensayar. Esperemos que en poco tiempo se potencie el teatro, hermano pobre de la cultura distrital.

La función está encajada como un puzle, salta constantemente de año, de ambiente y de protagonista.

Como en tantas ocasiones dos mujeres frente a frente, se trata de Anne Sextón, nacida en el acomodo de una familia de Bostón, dejó sus estudios universitarios para casarse. Se acercó a la depresión tras su primer parto en 1953. En 1955 intentó suicidarse. Su médico le aconsejó que escribiera poesía.

Poco después comenzó a publicar con éxito en revistas como New Yorker, entre otras.

La angustia de género y su vida como mujer marcan su poesía.

El 4 de octubre de 1974, tras revisar, con su editor, la que fuera su última obra “El horrible remar hacia Dios”, se fueron a comer. Luego se fue a casa, se puso un abrigo de pieles de su madre, se sirvió un vaso de vodka, entró en el garaje y encendió el motor de su automóvil…

Sylvia Plath, es la otra maldita, también de Boston. Publicó su primer poema a los 8 años. Al comenzar la universidad tuvo los primeros flirteos con el suicidio, así lo explica en su novela: “La campana de cristal”

Tras graduarse consiguió una beca y marchó a la Universidad de Cambridge. Allí conoció y casó con el poeta inglés Ted Hudges.

De nuevo en Boston, corría el año 1959, asistió al taller de poesía que impartía Robert Lowell, allí conoció a Anne Sexton.

Al finalizar las clases se reunían las dos en el hotel Ritz, ante unos cócteles y trataban de arreglar sus mundos, el mundo femenino, buscar esos Techos de Cristal que la sociedad pone a las mujeres, esos diálogos que bien pudieron quedarse en el hotel Ritz, y que Laura R. Galletero describe con una poética extraordinaria. Cada frase tiene un sentido que hay que encontrar, hasta en sus más mínimos detalles, es un trabajo magnífico de la dramaturga, que adereza con frases que pone en boca de las protagonistas.

Pasan de la comedia delirante a la bofetada social, del miedo al pánico, encontrándose en crueles momentos de enfrentamiento doméstico. Crudas verdades van atrapando al espectador y acercándole a esos finales inexorablemente. Recordemos que hay dos finales.

Sylvia termina separándose de su marido, él está enamorado de otra poetisa Assia Wevill, lo abandona, se va con sus hijos. Meses después, con pocos recursos económicos enferma, un 11 de febrero de 1963, introduce su cabeza en el horno, abre la espita del gas y…

Es cuando su marido Ted Hudges, supervisa los manuscritos de Sylvia y los edita a su gusto, sin respetar los deseos de la autora.
Sylvia Plath ganó el premio Pulitzer póstumo en 1982 por su libro “Poemas completos”.

Las actrices Luzia Eviza y Montse Gabriel saben dar vida y pasión a estas mujeres, se entregan en los diálogos vivos, cargados de fresca ironía y objetividad, plagados de cargas de profundidad, ellas lo ejecutan con primor. La interpretación de este texto tiene grandes dificultadas, es muy complejo, aun así ellas saben mantener el ritmo y el tempo, marcan los silencio y expanden las risas y los llantos primorosamente. Nos ayudan a meditar sobre lo dicho o silenciado.

La dirección de Cecilia Geijo ajustada a los niveles del teatro alternativo del momento y de la sala.

Ya ha pasado más de medio siglo desde estas reuniones en el Ritz de Boston, las cosas siguen sin ser como debieran. Aparecen constantemente nuevos techos de cristal que frenan el desarrollo socio-laboral de las mujeres.

¿Dónde está el problema? Los problemas son muchos, los techos son más. A la dramaturga le sirve esta premisa para establecer paralelismos entre ambas épocas. Puentes que unen generación tras generación y obstaculizan el desarrollo social con nuevos techos.

Un trabajo puesto a nuestro alcance para reflexionar. Hay que aprovecharlo.

Actrices: Montse Gabrie-l Luzia Eviza- Ismael de la Hoz. Dirección: Cecilia Geijo

Teatro: Nave 73. C/ Palos de la Frontera 5. SOLO los sábados de SEPTIEMBRE. Metro: Embajadores y Palos de la Frontera.

Horario: 20h.