El pasado 27 de noviembre, se reanudaron las Charlas/debate, trimestrales, que ya duran tres años consecutivos, con la presencia del Dr. Luis Montes. Con asistencia de unas cuarenta personas, el debate se basó en la ley de Derechos y Garantías de las Personas en el Proceso Final de la Vida, que nos presentó el pasado enero, Juan Manuel Freire, diputado y responsable de Sanidad del PSOE en la Asamblea de Madrid.

La Ley, aprobada por unanimidad, entró en vigor el 28 de septiembre y desde que se aprobó no ha habido información alguna a los ciudadanos.

Durante casi dos horas, la charla se convirtió en preguntas, respuestas y experiencias vividas presentadas por los asistentes, lo que indicó la falta de información y la necesidad social de conocer y hablar de la muerte.

Se puede concluir que es imprescindible que la ciudadanía conozca la ley y pueda exigirla. Igualmente es importante que los profesionales estén informados y formados para su aplicación. Esta ley de ámbito autonómico concreta los derechos y deberes ya contemplados en la Ley de Autonomía del Paciente.

Tiene el valor de que obliga a los profesionales a cumplirla y que contempla que cada año se eleve un informe y se evalúen sus resultados. Afecta a las Centros de Salud públicos, privados y residencias. Contempla aspectos como el deber de informar a los pacientes de sus derechos en la situación en la que se encuentren. Desarrolla el derecho a la atención domiciliaria y a los cuidados paliativos para todos los pacientes.

El Testamento Vital se podrá hacer en cualquier Centro de Salud y constará en el historial clínico de cada paciente. La posible objeción de conciencia del personal sanitario no está considerada en la ley, ya que se trata de una buena práctica médica.

Acaba de ponerse en marcha, a título de plan piloto, la posibilidad de hacer el Testamento Vital en 72 lugares, mayoritariamente en la Comunidad de Madrid. El más cercano para los vecinos de Prosperidad es el Hospital de la Princesa y el centro de Salud de Montesa. También está incluido el de Nuñez Morgado. Se echa en falta la poca información sobre el tema, incluso en los propios Hospitales. Se ha suprimido la presentación ante notario, lo que supone evitar un coste añadido.

No se ha aceptado la creación de cuidados paliativos especiales para niños, que sigue dependiendo de Atención Primaria. Tampoco ha prosperado que se hiciera en los Centros de Salud una encuesta de calidad sobre la muerte, creando un Observatorio, ya que según la encuesta del CIS, en época de Bernal Soria, la mayoría de las respuestas indicaban deficiencias en el apoyo a pacientes y familias.

Es evidente la insuficiencia de esta Ley, por lo que la ciudadanía tiene que seguir reivindicando ser libres hasta el final, tal y cómo manifiesta la Asociación por el Derecho a una muerte digna, DMD.

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