En la Asociación de Vecinos Valle-Inclán ha tenido lugar la presentación del último libro de Marcos Ana “Vale la pena luchar”, acto promovido por la librería El Buscón.

Osman Vega, amigo de Marcos Ana y editor de muchas de sus obras, fue haciéndole preguntas y, a través de ese diálogo, el autor fue desgranando los aspectos e ideas que han fundamentado su postura en la vida y retazos de ésta.

En primer lugar explicó que el libro va dirigido a la juventud a la que invita a seguir luchando en las circunstancias actuales.

Después relató que por combatir en el lado republicano durante la guerra civil, a los 19 años fue encarcelado y permaneció durante 23 años en prisión. Fueron años difíciles. Al salir sintió la obligación de seguir luchando por los derechos humanos, siempre sin rencor ni deseo de venganza, interviniendo en distintos foros internacionales y continuando su actividad política en el Partido Comunista.

Comentó su amistad con el poeta chileno Pablo Neruda. Su decisión de dejar su testimonio por escrito ante la petición de amigos y compañeros de lucha que quieren que se dé a conocer su pensamiento. Escribió poemas estando en la cárcel, que salieron de allí clandestinamente y se difundieron por diversos países, sobre todo por América Latina.

Durante el acto recitó tres de sus poemas: “la vida”, “atardecer” y “la casa abierta”, que ofreció a todos los presentes en el acto.

Con 94 años, dijo, “se tiene la edad que se ejerce” e insistió en el contenido que se da a la vida que, en su caso, ha sido “vivir para los demás, la mejor manera de vivir para uno mismo”.

Ha sido reconocido con la Medalla de Oro del Mérito al Trabajo 2013 y al Mérito a las Bellas Artes en 2011. El Gobierno vasco le galardonó con el premio “Rene Cassin” de Derechos Humanos en 2010.

Recalcó finalmente el poder de la ciudadanía y la poca conciencia que en general se tiene de ello. Insistió en hacer visibles las ideas progresistas “que la gente vea y pueda así romper con estereotipos”. En este sentido contó que en su barrio, al ser conocido como comunista, le dicen que no se corresponde con el perfil que habitualmente se tiene de los mismos.

Marcos Ana, además de sus ideas de lucha por los derechos humanos y la justicia, trasmitió afabilidad y humanidad, a una audiencia que sobrepasó los límites del aforo.