LA PRIVATIZACIÓN DE LA SANIDAD
Prospereando | 15/01/13 | editorial

1. Discurso oficial

El Gobierno y algunos comentaristas afirman que el coste de la sanidad pública es insostenible y que es preciso hacer profundas reformas y privatizar el servicio para disminuir los costes y evitar que se colapse el servicio. Se dice que es la única solución para garantizar la prestación en el futuro.

Se argumenta que el coste de la Sanidad pública es desproporcionado teniendo en cuenta los recursos económicos de España y, además, la gestión pública es ineficaz y está despilfarrando mucho dinero. No hay otra salida que efectuar ajustes presupuestarios y racionalizar el servicio.

2. El coste de la sanidad

La realidad es que en el año 2008, antes de empezar los recortes presupuestarios, el gasto de la sanidad en España era del 6,5 % del PIB y el gasto medio de la sanidad en la Unión Europea de los 15, UE-15, era del 7,3 % del PIB. El gasto de España en sanidad, como el de todas las prestaciones sociales, ha sido siempre inferior a la media europea y esta diferencia se ha acentuado con los recortes que se han efectuando.

3. Costes de la sanidad pública y de la sanidad privada

No está demostrado que la privatización de la gestión implique un menor coste. Se han hecho numerosos estudios del coste por cama de los hospitales públicos privatizados de la Comunidad de Madrid y resulta que es más elevado que el de los públicos. Recientemente se ha publicado en la prensa la evaluación realizada por la Plataforma por la Defensa de la Sanidad Pública y por los equipos directivos de los hospitales que confirman esta conclusión a pesar de que los privados no realizan investigación y suelen desviar las intervenciones quirúrgicas de coste elevado a los públicos.

4. Calidad del servicio

La calidad de los hospitales públicos está fuera de toda duda. En estos centros suelen estar los mejores profesionales, los mejores equipos y es donde trabajan los equipos de investigación de prestigio internacional.

Una prueba de ello es que pacientes habitualmente asiduos a los centros privados recurren a los públicos cuando se ven afectados por dolencias graves.

5. Déficit presupuestario

Es cierto que desde hace años, desde el inicio de la crisis, el Estado y las Administraciones Autonómicas tiene un déficit presupuestario preocupante, del 87 % o más del PIB, déficit especialmente grave por los elevados intereses que debe pagarse a los acreedores, bancos y grupos financieros, pero no ha impedido al Estado hacer aportaciones de unos 200.000 millones de Euros a los bancos para su saneamiento.

Este déficit es el resultado, entre otras razones, del colapso de la burbuja inmobiliaria y de las reformas tributarias de distintos Gobiernos que han favorecido especialmente a las grandes fortunas. Se ha suprimido, entre otros, el impuesto del patrimonio y el de sucesiones. La carga tributaria en España es del 31 % del PIB y en la UE-15 del 44 % de PIB. El Estado recauda mucho menos que los países de la Unión Europea y encima el peso real de los tributos recae principalmente en las rentas del trabajo, no en las rentas del capital.

6. Defensa de la sanidad pública

Defendemos que el Estado debe asumir el coste y llevar la gestión de una Sanidad pública extensiva a toda la población que tiene que financiarse con los presupuestos.

Consideramos que un tema tan delicado y crucial como el de la salud no puede comercializarse, no puede ser objeto de lucro de grupos empresariales. Además, el paciente no tiene preparación para discernir si el tratamiento que se le aplica en el más adecuado.

Este planteamiento es una exigencia si queremos una sociedad profundamente solidaria.

7. Por qué se privatiza la sanidad

Nos preguntamos por qué se privatiza el servicio si el gasto sanitario en España es inferior al de la media de la UE-15, si en modo alguno está demostrado que la privatización signifique un menor coste y si la calidad de la pública es buena según la generalizada opinión de los usuarios aunque tenga deficiencias por falta de recursos.

La sanidad tiene un volumen de facturación extremadamente elevado y la Administración garantiza la rentabilidad a las privatizadas. Los hospitales y los Centros de salud tienen asignados los pacientes de una determinada zona y los centros privados cobran por este número, hagan o no hagan uso de los servicios. Es, por lo tanto, una inversión muy atractiva para los grupos financieros. Algunas grandes empresas constructoras como Dragados y FCC ya están participando en este negocio.

Además, desde hace años se está produciendo un desmantelamiento de la concepción Keynesiana del estado social con una activa participación en la economía y comprometiendo una serie de prestaciones sociales como la sanidad, la educación pública o el sistema de pensiones. Se ha impuesto la concepción neoliberal, la capitalista pura y dura, en que el mercado y el capital financiero se arrogan la hegemonía en la dirección de un país y se tiende a reducir el papel del Estado e ir suprimiendo las prestaciones sociales.

La crisis económica ocasionada por la desregulación del capital financiero que ha permitido grandes operaciones especulativas, ha sido la ocasión para llevar a cabo profundas transformaciones del Estado de graves consecuencias para la sociedad.