
Estas son fechas en que las personas nos solemos reunir para celebrar el haber aguantado, a pesar de todos los contratiempos, un año más con nuestro entorno social, laboral, familiar…
El pasado día 16, un grupo de vecinos de los distritos de Salamanca, Ciudad Lineal y Chamartín, nos reunimos para protestar. Sí, se nos ponen los pelos de punta al conocer la noticia de lo malito que está el hospital de la Princesa: los pacientes son trasladados por el personal sanitario del Servicio de Urgencias de este hospital público, en volandas, no hay suficientes camillas para realizar esos traslados. Estamos seguros de que si en lugar de tratarse de unas camillas con ruedas fueran coches de Fórmula I, contarían con el presupuesto necesario.
Tampoco hay personal suficiente para limpiar las camillas, son los sanitarios los que, si quieren que exista algún tipo de higiene, deben responsabilizarse de limpiarlas antes de que se ocupe por el siguiente paciente. Seguro que de haberse tratado de lucecitas de navidad hubieran tenido el personal suficiente para ponerlas y una esmerada limpieza en el asunto…
Las cosas públicas no van, es un hecho, las urgencias están colapsadas por pacientes e inconvenientes. Las trabajadoras llevan denunciando carencias desde hace mucho, se prometen ampliaciones y reformas que nunca llegan y el Servicio de Urgencias se desmorona.
El caso es que el presupuesto para remodelación y mejora de las Urgencias de más de 16 millones, que fue aprobado en 2022, se ha quedado pequeño ya que no han comenzado aun estas mejoras y cada año se incorporan más pacientes.
Las asociaciones barriales y trabajadores del hospital lo denunciaron el martes con una concentración a las 12 de la mañana en la esquina de Conde de Peñalver con Maldonado, denunciando la escasez de cuestiones tan elementales como la ropa, ya sea de profesionales como de pacientes. Al no haber zonas con agua caliente, la higiene en los pacientes se complica. Otra cosa sería si esa agua caliente tuviera que llegar de la mano de algún comisionista anónimo.
Ante esta DANA sanitaria en el Servicio de Urgencias del hospital de La Princesa, mucho se temen trabajadoras y asociaciones vecinales que el próximo día 28 de diciembre anuncien las grandes gurús de la sanidad pública madrileña que en el 2026, cada paciente que entre por urgencias deberá hacerlo con sus apósitos, goteros y bisturíes, y, como si se tratase de un usuario del súper o la gasolinera, deberán servirse ellos mismos, es decir: trasladarse por los box y pasillos de Urgencias por su cuenta.
Muchos nos preguntamos: ¿en esto consiste el despiece de la sanidad pública?
Y muchos nos contestamos: También en esto forma parte de la privatización de la sanidad pública.