
La Asociación de Descendientes del Exilio Español, presentó el pasado día 4 en la Asociación Vecinal Valle Inclán de Prosperidad el IV, volumen sobre memoria del exilio.
El nuevo volumen lleva por título Talento y Exilio (La diáspora del conocimiento)
En él se recopilan casi cincuenta biografías de exiliados de ambos sexos que la historia de los vencedores tenía olvidadas: bibliotecarias, directoras de cine, fotógrafos, periodistas, operadores de cine, músicos, poetas…
Es una gran aportación para la recuperación de la Memoria histórica, esos españoles obligados a salir de su país, que durante sus vidas dieron vigor cultural a aquellos países que les acogieron.
La triste historia de este encuentro con la Memoria histórica relacionada con el talento es que, mientras nuestras cátedras, editoriales, rotativas u hospitales, quedaban sin materia gris, los demás países se sirvieron de nuestros exiliados para potenciar a unas nuevas generaciones con mas conocimientos, gracias a su labor cultural en todos los órdenes y niveles.
Un agradecimiento sincero a esta Asociación que defiende los derechos de sus familiares y resto de exiliados, por hacer lo que ya han llevado a cabo los gobiernos de algunas comunidades, como la Navarra, en la que los descendientes de los exiliados que ofrecieron su talento en otros países, fuimos reunidos para rendirles un sincero homenaje. Fue un aurresku y unas flores, un acto muy sencillo en Elizondo, pero digno de agradecer, La Asociación de Descendientes del Exilio Español, está haciendo un camino similar con muy poca ayuda. Los promotores de la idea y recopiladores de las biografías, son Pilar Nova Melle y Pedro López López, unas han sido escritas por los descendientes de los exiliados y otras por ellos mismos.
Esperamos que pronto aparezca un nuevo volumen, son necesarios y es necesario darle la voz adecuada para que todos sepamos y no perdamos la poca Memoria que nos han permitido, tras tantos años, mantener.
Nuestro más sincero agradecimiento.
Contaba Pilar Nova, la actual presidenta, la cantidad de problemas que están encontrando para publicar estos volúmenes que son algo parecido a abrir una fosa por los arqueólogos y desenterrar a los fusilados que están olvidados en cualquier cuneta. Es historia, es una parte de la antropología. Cierto es que ellos fueron enterrados en los países que les acogieron, pero no es menos cierto que se siente su ausencia, en muchos casos, como la de aquellos que fueron fusilados y tirados al rio o enterrados entre cal viva en cualquier cuneta o sima.
Sería bueno que las editoriales pensaran y se comprometieran, como parte vinculada y promotora del hecho cultural, a prestar su colaboración en estas tareas.
Mientras, muchas gracias a la Asociación de Descendientes del Exilio Español.