Parece que el distrito va cobrando cuerpo en esto de la cultura

En el último año se han reabierto los cines antes llamados Morasol y se acaba de inaugurar un cine
al aire libre para ver y escuchar la “peli” en el coche, a lo americano, como ese que pusieron en los
años 50 cerca de Torrejón de Ardóz, para contentar a los americanos de la Base Militar.

Recuerdo lo que nos hemos movido algunos vecinos para poder ofrecer espacios de cultura al
barrio y lo poco que hemos conseguido

Hace cinco años andaba yo con esas pretensiones de ofrecer otra cultura que no fuera la pautada
por la Junta Municipal, escasa y patética por falta de presupuesto y de más cosas cuando en una
cena de faranduleros me presentaron a una estudiante de canto. A puerta cerrada nos hizo una
demostración, yo buscaba una dama para una función teatral que cantara un poquito. Aquello no
fue cantar un poquito, era un torrente de voz, nos encantaron las florituras, el “vibrato” que salía de
esa garganta era extraordinario. Se llamaba Gema Muñoz

Compartimos radio en algún momento, y Secreto. El Secreto era un restaurante, ya desaparecido,
en la calle Ramos Carrión.

Allí hicimos algún “cocido ilustrado” Llamo así, al cocido madrileño aderezado con elementos
culturales (poesía, micro teatro, canto…). También hicimos algunas noche de cenaS operaS. Los
vecinos se quejaron y aquello terminó.

Los distintos deberes nos alejaron, así es la vida de injusta.

El otro día recibo un correo de Gema, me invita a un espectáculo en el barrio y me dice que canta
ella. Ahora es Gema Scabal, su segundo apellido. Ahora es cantante de ópera.

Uno, que es educado y cotilla, confirma la asistencia: 21,15 cena, a las 22 Cabaret Lírico Español.

Aquello pintaba genial.

Una cena con menú largo y estrecho, buenos alimentos acompañados por las manos al piano de
Rosalía López. Antes de que llegase el postre comenzó la sesión. Solo comenzar las primeras
notas de la melodía, veo bajar la escalera a esa chiquilla que tanto gustaba su voz, comienza a
deleitarnos junto con María Rodríguez, es algo que estremece, El “dúo de las flores” de Lakme,
elegante, conjuntado, armónico. Ya estamos todos los comensales rendidos a esta experiencia del
Cabaret Lírico, al momento en otro escenario en lo más alto del local Gema regresa con el aria de
“La Reina de la noche”, de “La Flauta Mágica” (Mozart), la misma que en El Secreto, pero ahora
con más técnica, dominando la escena con sus matices. Aquello me emocionó nuevamente.

Siguió nuevamente María junto al tenor Julio Morales con “la Viuda Alegre” y a esta más
degustaciones operísticas, fue como el menú gastronómico: largo, estrecho y bien servido,
delicioso para los oídos.

El lugar está en la Prospe, tras Torres Blancas, se llama “El Rincón de la Rodríguez”. María
Rodríguez, cantante y actriz, es la persona que lleva la dirección artística y el alma de la fiesta, del
cotarro, del Cabaret Lírico (Me encantó el nombre)

No todo fue ópera, el barítono bajo Carlos London, bordó Old man river, canción que abanderó
ese viejo musical de los años 30 que llevaba el nombre de “Showboat”

Le siguieron canciones de todos los tiempos con un punto de jazz. En esta parte el piano de Rosalía
deliraba de felicidad, durante la sesión de jazz ella bailaba sentada mientras sus manos se
deslizaban por el teclado. Me hubiera gustado saber tocar el piano para poder bailar con ella,

Aquello era vivir la música.

Para finalizar nos llegó el producto español. La Tabernera del Puerto por el también barítono bajo
Jesús Lumbreras, siguió un largo etc. de zarzuelas conocidas combinadas con los zapateados de
Primitivo Daza y terminaron María y Julio con el divertidísimo y complicado Dúo de la Africana

Como fin de fiesta, un brindis conjunto con la canción Jerez, de Penella.

Cuando creí que todo había terminado, llegaron los Boleros, un quinteto que sonaba muy bien.

Ya no me extiendo en elogios.

Quiero, desde aquí, dar las gracias a “El Rincón de la Rodríguez”, por acordarse de la Prospe y
montar un algo único en el mundo del espectáculo y lírico y con espectáculos para todos los
gustos, me contaron que dan meriendas con Zarzuela. Meriendas ilustradas.

Les deseo suerte, ya que su compromiso no es solo con la música, también con la cultura en
general y con el desarrollo cultural de este barrio.

¡Mucha M, María!

Y que siga la racha cultural en el barrio.