
El pasado 30 de octubre la Asociación vecinal Valle-Inclán de Prosperidad, abrió sus puertas a tres familias de palestinos, con asilo en España, con sus madres y la última en llegar. Eran unos 20 niños y niñas, entre los que sólo había un chico mayor de 18 años. Acompañaba el presidente de la Asociación Hispano Palestina, Jerusalen, Jamil Mahmoud y otra compañera que hicieron de traductores, especialmente entre las mujeres y los/las vecinas de la Asociación.
El fin del encuentro, era pasar una tarde juntos, que pudieran conocerse entre ellos, comunicarse, merendar y compartir algo del Rastrillo Solidario que acababa de abrir sus puertas en la Asociación.
Fue “una tarde mágica”, según describían el grupo “Apoyo Evacuaciones”, Fátima Prado del CAP y Francisco García, de Sume Manoteras que está dentro de Sanitarios por Palestina y que acaba de formar parte en Médicos Sin Fronteras. Fue una gran experiencia y un comienzo de relaciones muy positivo.
Las primeras impresiones de las familias palestinas fueron muy buenas, charlar en su idioma, ver a palestinos que viven en España y a los que no conocían, compartir ese ratito de distensión entre peques y mayores y experimentar que son bien recibidos por la población española, lo que les suponía un gran apoyo en estas circunstancias de tanta vulnerabilidad. Uno de los chicos que recientemente había sido intervenido en el Gómez Ulla, por impacto de metralla en ambas caderas, estaba con el móvil contactando, por vídeo llamada, con su padre que permanecía en Gaza, acercándose a las y los vecinos que estábamos para que le viéramos lo mucho que se alegraban por el resultado de la operación…
Se comentó la necesidad de contactar con los distintos colegios e institutos para escolarizar a los menores, de que los chavales se pusieran en contacto con otros de su edad, Que acudieran a la Asociación Jaire, para recibir clases de español no solo los pequeños también el chico mayor de 18 años.

Se montó “un caos” cuando pasaron al rastrillo para coger lo que necesitaran. Ver sus caritas de felicidad y saber que habíamos podido contribuir a devolverles un poco de lo que el mundo les había arrebatado, supuso una gran satisfacción, según expresaba una de las socias presentes.
Algo que nos impresionó, por no encontrar explicación, los y las pequeñas lo primero que cogieron fue los paraguas, a pesar de intentamos disuadirles, ..no fue posible, ¿que significaba para los pequeños?…
Todo surgió en un desayuno de los habituales de los martes en la Asociación Vecinal Valle Inclán de Prosperidad, dos socios, Fátima y Fran se incorporaron solicitando de la Asociación la posibilidad de un encuentro, distendido con tres familias palestinas, asiladas en Madrid y sin contacto entre ellas y la Asociación respondió inmediatamente, el contacto humano, por breve que sea, humaniza, amplia horizontes, hace mas evidente la necesidad y voluntad de contribuir a una Justicia, sin la que es imposible la Paz imprescindible para el desarrollo de todos los Pueblos.

Por Gloria Cavanna, Portavoz A. V. Valle-Inclán de Prosperidad