Los vecinos afectados por la construcción del circuito de Fórmula 1 en Madrid protestan este domingo 14 de septiembre a las 11 de la mañana en la Puerta del Sol.
La Comunidad de Madrid pretende acoger dentro de un año el Gran Premio de España de Fórmula 1 en un circuito urbano que se construye a toda prisa en los recintos feriales de Ifema frente a viviendas del distrito de Hortaleza. Vecinos y vecinas de esos barrios afectados, junto a otros del distrito de Barajas, han creado la plataforma Stop F1 Madrid, que este domingo 14 de septiembre lleva a las 11.00 horas su protesta a la Puerta del Sol, donde atenderá a los medios con un acto sorpresa para denunciar el apoyo de las administraciones madrileñas a un evento que está provocando la desaparición de cientos de árboles, generará graves problemas de movilidad y es perjudicial para la salud y el descanso de los residentes de la zona, que tendrán que soportar ruidos muy por encima de los límites que establece la normativa.
“Nuestros barrios no son un circuito”, proclaman los integrantes de esta plataforma creada con el propósito de impedir un proyecto “disparatado y especulativo” que “sólo generará problemas” a las miles de personas que residen en barrios como Las Cárcavas-San Antonio, Valdebebas, San Lorenzo o Villa Rosa, en el distrito de Hortaleza. La Plataforma Stop F1 Madrid, en la que también participan colectivos ecologistas y vecinales, denuncian la “fortísima contaminación acústica y atmosférica” que provocará el Gran Premio de España que promueven el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid. “Los propios estudios previos concluyen que el circuito provocará niveles de ruido muy superiores a los admisibles legalmente, además de que será un importante foco de contaminantes atmosféricos. De hecho, para la celebración de la Fórmula 1 es necesario que el Ayuntamiento suspenda temporalmente la ordenanza sobre niveles de ruidos admisibles”, recuerda la plataforma.
Este verano, las obras del circuito (adjudicadas a las empresas Acciona y Eiffage por algo más de 83 millones de euros) ya han supuesto la tala y el trasplante de cientos de árboles, como árboles centenarios de la Vía de Dublín que fueron arrancados en pleno mes de julio con temperaturas de casi 40 grados que hace “improbable” la supervivencia de estos árboles.
Además de la actual construcción del circuito, que se realiza incluso en horario nocturno perturbando el descanso del vecindario, los preparativos del macroevento conllevará “cinco meses de obras anuales durante los diez años que estará en funcionamiento el circuito: tres meses de montaje, además de mes y medio de desmontaje que serán una verdadera tortura para el vecindario, aparte de los problemas de movilidad, de interrupción del transporte público y de congestión que se generarán”, añade la plataforma, que también alerta de la posibilidad de que el futuro circuito albergue más carreras cada año, con un proyecto “desarrollado sin las debidas consultas a la ciudadanía, sobre todo la más cercana al circuito, faltando al principio de transparencia de las administraciones”.
Además de los ruidos, talas y molestias, la plataforma Stop Fórmula 1 Madrid denuncia el “despilfarro de fondos públicos” que supone la construcción y mantenimiento del circuito en Ifema, un consorcio participado por Ayuntamiento y Gobierno regional. “Por pasadas experiencias como la de Valencia (donde la Fórmula1 dejó una deuda de 300 millones que pagó la ciudadanía) se teme que los grandes beneficios vayan para unos pocos mientras las pérdidas que suponga el proyecto las acabaremos pagando los madrileños a través de dinero público, que dejará de invertirse en actividades de interés social”, expone la plataforma.