El día 22 del pasado mes de abril, hemos celebrado la asamblea anual de socios de nuestra aso: la Asociación Vecinal Valle Inclán de Prosperidad.
Es una obligación estatutaria, que cumplimos de mil amores, porque es necesario hacer balance cada cierto tiempo para situarnos; revisar nuestro quehacer; corregir y mejorar todo aquello en lo que nos embarcamos.
Ha sido un año de continuidad, no confundirlo con inmovilismo, evolucionando y procurando estar a la altura del momento.
Seguimos trabajando en, por, con y para el barrio, poniendo siempre la persona en el centro, o por mejor decir: la vecina en el centro.
Lejos de ser un encuentro pesado y tedioso, ha sido una asamblea amable, fresca, fácil.
Hemos presentado la memoria económica, y afortunadamente, hemos salvado los trastos; con ella el presupuesto para este 2025.
La memoria de actividades, que es un volumen de más de 100 páginas, nos ha producido un cierto asombro, pero ¿de verdad hemos hecho tantas cosas?
La propuesta de objetivos, sin embargo, no ha sorprendido a nadie, Mantenemos las mismas señas de identidad:
• Defensa de la igualdad de género;
• Lucha contra el cambio climático;
• Defensa de los servicios públicos, sanidad, educación…;
• Promoción de la cultura;
• Defensa de los derechos humanos.
No me detendré a explicarlo más, porque el documento está a disposición de todos y todas, seáis o no, socios de la aso. También el resto de documentos son públicos.
Hemos concluido la asamblea con la renovación del cargo de Secretaria de la Asociación dando un aplauso caluroso para la persona que lo deja y otro, igualmente caluroso, para la persona que a partir de ahora asume esta responsabilidad.
No han faltado las cañas al final, que el ocio y el contacto directo y relajado, enriquece y hace más fluidas las relaciones personales.
Todos los documentos fueron aprobados por unanimidad. Y reconozco que esto fue una gran satisfacción para mí; era mi primera asamblea como presidenta.
Y como activista que soy, afirmo que no suele ser esto lo más habitual en otros grupos en los que participo.
Esto me suscitó una pregunta: ¿porqué ha habido unanimidad?
Y después de reflexionarlo, encontré una respuesta que os comparto: En esta asociación se participa desde la voluntad de contribuir al bienestar del barrio, y con ello, a nuestro propio bienestar, que del barrio somos.
Aquí no repartimos ni dinero ni poder, solo compromiso y trabajo.
Es obvio decirlo, claro que todas somos diferentes, claro que no todos pensamos igual, pero creemos que la diferencia enriquece; y utilizando la herramienta del diálogo, procuramos resolver las posibles discrepancias, antes de que se conviertan en conflictos.
Usamos el consenso a menudo, siempre procurando que nadie se quede afuera.
¡Gracias, muchas gracias! Querida aso, por todo lo que me aportas, por todo lo que me enseñas, por todo lo que me permites compartir.
¡Muchas gracias!
Por Carmen Bonet, presidenta de la Asociación Vecinal Valle Inclán de Prosperidad