Nuestro barrio en la Plaza de Manuel Becerra
Después de un año, las marchas de la dignidad han vuelto el 22 de marzo a Madrid, para pedir pan, trabajo y techo. En resumen DIGNIDAD. Responsabilizaban a los gobiernos del PP y del PSOE de la crisis que sufre el país y rechazan las propuestas de austeridad impuestas por la Troika.
Llegaron a la capital en 9 columnas procedentes principalmente de:
- Norte: Euskalerría-Burgos
- Noreste: Cataluña-Aragón-Navarra
- Sudeste: Murcia-Valencia
- Sur: Andalucía (grupo joven)
- Sudoeste: Extremadura-Toledo
- Norte: Asturias-Cantabria-Castilla-León
- Centro de Madrid: Canarias, Islas Baleares e internacional
- Noroeste: Galicia
Una última: “Memoria Histórica” contra la impunidad, que confluyó en Sol. A las que se iban añadiendo las zonas geográficas correspondientes a la Comunidad de Madrid y los vecinos y vecinas de la capital, en diferentes puntos Atocha, Glorieta de Bilbao, Gloria de Pintor Sorolla, etc., a pesar de la lluvia, se unían con pancartas, aplausos y cánticos, hasta encontrarse todas en la Plaza de Colón.
Los vecinos y vecinas de Chamartín, al igual que el año pasado, acudieron a la Plaza de Manuel Becerra para recibir y sumarse a la columna que llegaba caminando desde Cataluña, Navarra, Guadalajara y Noreste de Madrid.
Una gran pancarta de la Guindalera y Prosperidad “rezaba” su deuda nuestra ruina y otra “paremos los despidos”, “paremos los ERES”, “hacia la huelga general”.
Entre los muchos paraguas se animaba a los caminantes que con paso firme y entre aplausos llegaban a la plaza después de una breve parada frente al parque de bomberos pidiendo que salieran a saludar.
A su vez venían en grupos diferenciados con sus propias pancartas, 22-M de Teruel, Yayoflautas de Sabadell, Barrio de Hortaleza, etc.
En este punto de Manuel Becerra se engrosó la marcha bajando por las calles Goya y Alcalá, hasta llegar finalmente a la Plaza de Colón, donde se formó una gran concentración de todos los manifestantes, cantando también en euskera, catalán y gallego “habrá un día en que todos … de José Antonio Labordeta”.
Tras un breve repaso de los problemas que atraviesa el país: más de cinco millones de personas en paro, de las que sólo un 58% tiene cobertura, el empleo es precario, la pobreza, los desahucios, la pobreza energética, se reclamó: trabajo digno, salario suficiente, defensa de los servicios públicos y de la mujer, cobertura sanitaria para todos.
Contra la represión, la ley mordaza y el TTIP, se proclamó “caminando hacia la huelga general, laboral de consumo y social 22 de octubre 2015”, dando así fin a las marchas de la dignidad 2015.