Majestades, no teman: esta vez no diré que soy un impostor, como dije hace poco ante ustedes en una ocasión semejante; y no lo diré por el qué dirán; es decir: para que no parezca que incurro en el abominable pecado de la falsa modestia. Pero la verdad es que así es como me siento hoy de nuevo: como un impostor. Sólo que esta vez lo siento por partida doble. Leer más…
A los partidarios se nos podrá acusar de estar confiando en la medida de gracia. No tengo nada que reprochar a quienes no lo hacen. Solo espero que sean ellos quienes se equivoquen. Leer más…