Comentada en la Tertulia Vecinal el 24/03/2022

En ocho días, 5.963 sanitarios dejarán de trabajar en el Servicio Madrileño de Salud. Suponen el 53,8% de los ‘contratos Covid’, un apelativo criticado por los sindicatos con representación en la mesa sectorial. Alegan que los 11.069 profesionales contratados bajo el paraguas de la pandemia son personal estructural cuya ausencia provocará el aumento de las listas de espera y la pérdida de calidad en este servicio público.

Enfrente, la Consejería de Sanidad, que defiende la excepcionalidad de estas contrataciones y entiende que ya no es necesario mantener la totalidad de estos puestos por la bajada de la incidencia del virus. Así, después de dos años de prórrogas y de lucha contra el coronavirus, 3.973 sanitarios seguirán en nómina, otros 1.169 volverán a una jornada parcial y el resto engrosará las listas del paro.

Jorge Gorrín es un médico especializado en bioquímica. “Después de tanto tiempo trabajando, sin poder descansar, sin tener apenas vacaciones… Siento que la Comunidad de Madrid está siendo ingrata con todos nosotros”, explica este profesional al que le queda una semana de vinculación laboral después de un año y medio con “contrato Covid”. Su caso es representativo de esta situación. “En Madrid, ahora mismo, no hay estabilidad”, asegura con rotundidad.

Miguel Ángel Sálvador es neumólogo y miembro de la Plataforma Afectados por la Temporalidad Laboral en el Sistema de Salud. Afea que la Comunidad de Madrid se gastara 150 millones de euros en el Hospital Enfermera Isabel Zendal que “no va a servir para nada”. “Me pregunto si era necesario teniendo el Puerta del Hierro, una estructura ya montada. El ladrillo llama la atención, el recurso humano no”, dice.

Una mayoría de los 11.069 profesionales contratados como refuerzo de plantilla ante la pandemia ya estaba trabajando con algún tipo de vinculación laboral eventual para el Sermas. De hecho, a unos 1.169 sanitarios los “contratos Covid” les sirvieron para pasar de una jornada reducida a una jornada completa, una situación que se invertirá desde el próximo 1 de abril, cuando recuperen su horario mermado. En cuanto al personal médico y facultativo incluido en estos contratos, suponen unos 1.069, de los que serán repescados un 60% y el resto se quedará sin empleo.

Por otro lado, de los 3.937 sanitarios que serán estabilizados, 3.767 profesionales formarán parte de los planes funcionales, mientras que los 170 restantes se incorporarán a una nueva unidad de rehabilitación que estrenará el Hospital Isabel Zendal el 1 de abril. En ambos grupos se incluyen perfiles profesionales como enfermería, auxiliar de enfermería, técnicos de laboratorio o de radiología, entre muchos otros. Sobre el tipo de contrato que firmarán, la Administración autonómica realizará contrataciones de carácter eventual (preinterinos) que se ofertarán respetando las bolsas de empleo mientras se tramitan los expedientes de ampliación de las plantillas.

En cuanto a la Atención Primaria, son unos 1.500 profesionales los que están amparados por un “contrato Covid” y de ellos, 300 serán estabilizados después del 1 de abril, lo que supone un 20 por ciento de renovación en esta área concreta.

​Además, una figura que va a desaparecer es la de los gestores Covid. Ellos se habían encargado de coordinar la pandemia y ahora estos 550 profesionales abandonarán sus puestos.

En la mesa sectorial de Sanidad están representados cinco sindicatos y los cinco están en contra de la decisión de la Consejería. SATSE, Comisiones Obreras, UGT, AMYTS y CSIT-Unión Profesional son claros en su postura: consideran que los 11.069 profesionales contratados como refuerzo de la pandemia es personal estructural y debe permanecer en el Sermas. Para AMYTS, el sindicato más representativo entre los médicos, es “inaceptable” la salida del 54% de los sanitarios porque afectará de manera directa a la calidad asistencial y a la saturación de las listas de espera para la mayoría de pruebas y de consultas con especialistas.

Según la secretaria general, Ángela Hernández, deberían mantenerse el 100 por 100 de los profesionales sanitarios. En el caso de los médicos y facultativos, los 1.064 que la Comunidad de Madrid dijo que había contratado por Covid, se trataron de tipos de contrataciones “precarias” a las que les pusieron el nombre de “contrato Covid”. “Ahora, al terminar estos dos años de contrato nos parece inaceptable que no se incorpore a la plantilla estructural ese 40 por ciento (…)

Vemos positivo que la Administración mantenga al 60 por ciento, pero al 40 por ciento les quieren devolver a los contratos extremadamente precarios que tenían ya antes del contrato Covid”, lamenta.

Por el momento, Amyts no ha podido encabezar ninguna manifestación de protesta ya que los profesionales sanitarios se están organizando entre ellos, ya que cada uno tiene diversas situaciones: a algunos no les contratan y a otros les pasan a “contratos más precarios”. Si bien apoyarán la semana que viene la concentración de la Asociación Sanitaria Especializada y el 31 de marzo la de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos para seguir visibilizando la situación de la Atención Primaria.

Hablando de la Atención Primaria, esta representante de Amyts admite que el cierre de las unidades Covid va a implicar un aumento de la sobrecarga en los centros de salud, que ya están “enormemente” colapsados desde antes de la pandemia. Por eso, reconoce que es “muy duro” oír a la Comunidad de Madrid en los peores momentos de la pandemia decir que “no hay médicos para contratar”. “Ahora es el momento de fidelizarlos y cambiar algunas cosas para, incluso, atraerlos, para que la Comunidad atraiga a los médicos y facultativos, no que se los expulse a otros países y comunidades, que es lo que está sucediendo”, alerta.

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