El invierno ya se aleja y cede su lugar a la primavera, la estación florida, que nos anuncia los días luminosos, el comienzo de la actividad de la savia y el renacer de la naturaleza. Con nuestros cuidados las plantas de tiestos y jardineras del balcón o terraza se volverán todo color y aromas.
Antes de plantar comenzaremos por preparar los tiestos. Los mejores son los de barro, porque dejan respirar la tierra y las raíces, y protegen de las variaciones de temperatura. El inconveniente es que son porosos y pueden acabar siendo refugio de parásitos y enfermedades. Para evitarlo antes de reutilizar un tiesto es necesario cepillarlo añadiendo al agua un poco de lejía, luego aclararlo bien. Funciona colocar debajo de la maceta un ladrillo para que el aire circule y evitar así que la tierra se apelmace.
Los tiestos metálicos modernos son muy sensibles a los cambio de temperatura con peligro para las raíces que se pueden helar o cocer. En este caso será conveniente colocar en el interior del tiesto una capa de fieltro hortícola aislante e imputrescible que se puede encontrar en los viveros. En un espacio reducido las cestas colgando de la pared con plantas trepadoras ampliarán el campo visual, hiedras, pelargonios colgantes y jazmines que necesitan abundante materia orgánica. Los agujeros de drenaje son imprescindibles para que salga el agua sobrante y no se pudran las raíces.
El riego debe hacerse directamente en la tierra, nunca en las hojas o flores para evitar enfermedades causadas por hongos u otros organismos. Mejor por la mañana a primera hora o al atardecer para que no se pierda agua por evaporación. Si nos ausentamos y a la vuelta encontramos el cepellón seco, lo mejor es hidratar la planta sumergiéndola completamente en un cubo de agua hasta que dejen de salir burbujas en la superficie.
A la hora de abonar hay que tener cuidado de no hacerlo sobre un cepellón seco ya que las raíces podrían quemarse. Y es muy importante tener en cuenta que a las plantas amantes de tierra ácida, como los brezos, azaleas y hortensias hay que proporcionarles abonos especiales.
La plantación puede ser con plantas anuales o de temporada, que nacen, se desarrollan y florecen en una estación para desaparecer en invierno, o con vivaces que viven y florecen durante varios años. Plantar entre abril y junio para que florezcan de junio a septiembre: campanillas, petunias, espuelas de caballero, alhelíes. Hierbas aromáticas, lavanda, tomillo y romero. Recordad suprimir regularmente las flores marchitas para estimular una floración abundante.