Patricia Raijenstein y Christian Fernández Mirón nos hablan del proyecto que están desarrollando en el barrio, entre Prosperidad y Guindalera y de cómo desarrollan su trabajo.

Foto: Arantxa Boyero.

Nos gusta el arte y la educación, tenemos inquietudes sociales y nos gusta compartir tiempo con las demás. Somos mediadoras culturales o, en otras palabras, nos dedicamos a invitar, acompañar, jugar y dialogar con diferentes públicos, personas y comunidades. Llevamos desde 2016 trabajando en la Sala de Arte Joven de la Comunidad de Madrid, situada en Avenida de América 13 (encima del intercambiador de transportes). Allí hemos desarrollado la mediación, enc argándonos de las visitas dinamizadas a las exposiciones y hemos impulsado, desde 2019, la iniciativa de Mediación extendida.

La Sala de Arte Joven lleva 35 años aquí, pero mucha gente del barrio aún no la conoce. ¿Por qué? Puede que nunca se hayan atrevido a entrar, o que cuando han entrado no les ha atraído lo que han visto, que hayan sentido que no lo entendían… o puede que ni siquiera se hayan percatado de que existe esta sala. El arte contemporáneo tiende a ser leído como «raro», sobre todo el arte joven, que investiga nuevos lenguajes y formas. A veces genera rechazo e incomodidad. Por eso nos parece tan importante que haya mediación en la Sala. Tenemos suerte, porque nos dedicamos a ello y nos gusta el desafío.

El grupo de MedExt19 en We are still alive… Foto: Christian F. Mirón.

¿Un cañón que llena una sala de confeti puede ser arte? ¿Una habitación a oscuras donde oyes voces, puede brindarnos una experiencia significativa? ¿Una manzana caramelizada que desprende un dulce olor al descomponerse, nos puede hacer reflexionar sobre el impacto medioambiental? Nuestro rol es tender puentes y acompañaros para abordar este tipo de preguntas, sin dejar de lado el juego y la acción. Mucha gente se pregunta qué es eso de la mediación, ya que acostumbramos a hablar de «visitas guiadas», donde una persona experta le explica todo a un público pasivo. Pero la mediación contemporánea tiene otros matices. Por ejemplo, en lugar de que solamente hable la persona que guía, invitamos a que hable también el resto, a que participen activamente. Lo entendemos como un espacio donde pensar y reflexionar en colectivo y a través del arte. Para ello, damos información sobre artistas y piezas, pero también hacemos preguntas y propuestas para sentir y pensar en grupo. Pensamos que no hay una sola forma de interpretar las obras, y que estas toman vida al atravesar a sus espectadores. Para solicitar una visita dinamizada, solamente hay que llamar por teléfono a la Sala y reservar como grupo (puedes reunir a amistades, familiares, compañeras de trabajo o de clase), la entrada es libre y sin coste.

En la Sala de Arte Joven se expone eso, arte joven. Un término que resulta controvertido porque ¿hasta cuándo se es joven? ¿La juventud es sólo una cuestión de edad o también de actitud? Nos han dicho, y estamos de acuerdo, que «existe gente joven que parece mayor y otra con muchos años que es joven, porque quiere conocer cosas nuevas y está abierta a otras experiencias». Esa nos parece una buena actitud para acercarse a este lugar: tener disposición para reflexionar, aprender, jugar y mirar las cosas desde otro lugar.

El grupo de MedExt21 en Cubierta brillante, margen delgado. Foto: Christian F. Mirón.

Sin embargo, para la Comunidad de Madrid se es joven hasta los 35, así que en esta sala exponen personas que tienen menos de esa edad, y alguna relación estrecha con Madrid. Por lo tanto, las obras hablan sobre temas contemporáneos de manera contemporánea. Y eso nos encanta, porque ¿cuántos lugares hay donde podamos escuchar, experimentar y reflexionar de manera colectiva? ¿Dónde podemos aprender y explorar los lenguajes del arte actual, de primera mano?

Hace dos años, ampliamos las visitas con un grupo de aprendizaje formado por personas interesadas en seguir profundizando, con las que nos encontramos una vez al mes, a lo largo de un año. A esto lo llamamos Mediación extendida. La primera edición  (MedExt19) ; fue con un grupo de personas mayores que solía venir, y la segunda  (MedExt20) en colaboración con Funprodami, con un grupo de personas con diversidad funcional. Además de reflexionar sobre arte contemporáneo, con cada grupo también realizamos pequeños ejercicios y un retorno final mediante el cual compartir lo aprendido y acercar el arte a otras personas, a modo de onda expansiva. Os dejamos los enlaces por si queréis echarles un vistazo. Además, generamos un vídeo-resumen de la segunda edición, explicando cómo gestionamos aquellos meses de distancia y virtualidad con imaginación.

Durante el año 2021, nuestro tercer grupo de aprendizaje está conformado por personas del entorno, una tarea que creíamos pendiente desde la Sala de Arte Joven. Invitamos a representantes de asociaciones vecinales, culturales y familiares del barrio con la esperanza de que, de esta manera, el recurso público que supone la Sala se difunda y se disfrute más en el vecindario. Además, nos está permitiendo aprender más sobre este terreno fronterizo, su historia y sus conexiones, prestándole también atención al barrio desde la institución. Las agrupaciones que acudieron a nuestra llamada son: la Asociación de vecinos Valle-Inclán, La escuela popular de La Prospe, la Atenea asociación cultural y Jaire, asociación de familias.

Durante el año, vamos conociendo las exposiciones de la Sala y saliendo a ver otras muestras de arte contemporáneo, así como visitando los espacios de cada asociación para conocerlas mejor. Y ya estamos trabajando en el retorno, una pequeña producción cultural representativa de esta edición de Mediación extendida (MedExt21). Se tratará de un mapa del barrio, pero claro, un mapa muy especial, que nos permita verlo y recorrerlo de manera diferente, con el arte de la mano. Esperamos poder compartirlo pronto, y quizás a partir de este recurso, podamos establecer nuevos diálogos y conexiones.

Del todo imposible, 2020. Foto: Ana Revuelta.

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