Os ofrezco este programa de verano:
conocer a fondo la alegría,
respirar con holgura,
cuidar el perfil de lo pequeño,
curtir la piel con hambre de bonanza,
tomar el pulso a la belleza,
al latido del campo y de las flores,
al color dorado de la tarde,
a las primeras luces de la noche,
alejando el peso de la gris monotonía,
sosegando el ánimo agitado
por tanta crispación y enfrentamiento.
Con este trasfondo de colores,
de brisa marina,
de músicos al sol de la playa,
de barcos en el horizonte,
os deseo
unas merecidas y sabrosas vacaciones,
un pleno y cálido verano de bienestar
que nos traiga valentía y ternura,
cercanía y humor,
descanso, alegría, paz.

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