Máximo Sandín, biólogo, doctorado y eminente oveja negra de su ciencia, proscrito más o menos de las universidades y de la publicación de libros divulgativos por no encajar su visión de la biología con la visión darwinista. Un ameno orador que nos retuvo dos amenas horas, en las que descubrimos, entre otras, las siguientes curiosidades.

Que Darwin, sacrosanto padre de la ciencia, a quien se le atribuye el derrumbe de Dios gracias a su teoría de la selección natural de las especies (antes los teólogos argumentaban que la mejor demostración de su existencia es la belleza y perfección de los especímenes), no era en realidad un naturalista (biólogo de la época), sino un teólogo por la Universidad de Oxford y un prestamista por la Universidad de Avarice. También que Charles Darwin creía en la eliminación de los más débiles por los más fuertes, la eugenesia (definida en wordreference.com como la "aplicación de las leyes biológicas de la herencia al perfeccionamiento de las especies vegetales y animales"). Vamos, que para perfeccionar a la especie humana habría que impedir que se reprodujeran las razas inferiores, según los arios; o las razas pobres, según los ricos.
Que el famoso libro origen de tanta polémica y biblia de la biología todavía hoy, "El origen de las especies", tuvo en realidad varias versiones; en la primera no se hablaba mucho de biología; en las siguientes fue incorporando las teorías económicas de los ricos ingleses de la época, las citadas teorías basadas en la eugenesia, sin que las observaciones de la naturaleza pintaran mucho entre tanto.
Los influyentes ricachones de la época le publicaron el libro y promovieron su visión del mundo, ahogando poco a poco los estudios y divulgaciones más científicas e inteligentes de biólogos en desacuerdo. Todavía hoy desaparecen misteriosamente de las bases de datos internacionales específicas de biología las conclusiones sobre algún grupo de genes o algún aspecto de la vida que contradicen la visión generalmente aceptada de que un gen es el causante de un cáncer o una bacteria o virus lo es de cierta infección. ¿Por qué? Porque las farmacéuticas no están interesadas en que se sepa que los factores ambientales de nuestra vida hiperdependiente de lo químico son los causantes de las enfermedades, y sí que un gen causa una enfermedad, o una bacteria, o un virus, y así poder vendernos una solución, casi siempre paliativa, contra dicho enemigo.

Porque es de lo que es: se trata del viejo truco de crear enemigos donde no los hay para infundir el miedo y aceptar sus soluciones. Máximo nos dijo que la biología empieza a comprender la riqueza y función amistosa de las bacterias y de los virus que componen a cada especie. Hay muchísimos virus o bacterias en nuestro cuerpo, y habitualmente están en equilibrio dentro de él y con él. Lo mismo que ocurre en el cuerpo humano ocurre en el cuerpo de los individuos de todas las especies y en el "cuerpo" del planeta, porque, al fin y al cabo, va a ser verdad que la Tierra está viva no porque albergue vida, sino porque es un ser compuesto por seres vivos en equilibrio entre sí.
Que la teoría moderna que da sustento a la teoría de la selección natural darwiniana es un concepto matemático nada serio cuya publicación fue rechazada en una revista matemática y que se coló, sin embargo, en una revista de biología, sin que tuviera nada que ver con esa ciencia, ni siquiera como explicación matemática de los fenómenos de la vida.
Que la selección natural sería, si lo fuere, un motor demasiado lento de evolución, y que el registro fósil demuestra que la irrupción de nuevas especies es repentina, no algo acumulativo. Hoy en día la biología empieza a demostrar que es la presión del medio ambiente la que hace que aparezcan nuevas y muchas especies; también empieza a comprender cómo se producen estos saltos: con virus, bacterias y genes que se incorporan a nuestros propios genes o con saltos impresionantes de nuestros genes (los llaman genes Jordan) con respecto al lugar que ocupaban en la cadena ADN.
En definitiva, que la vida es algo sumamente complejo, más parecido a la red de redes que es internet que al fenómeno de "gen alterado implica mejor adaptación", porque todos los genes, todas las bacterias y todos los virus que nos componen están constantemente influenciándose entre sí, tal como lo hace un ecosistema, y es la alteración de ese equilibrio lo que conlleva a la enfermedad y a los cambios en el registro de especies.

    Al final se nos hizo tarde, y por tanto nos quedamos sin tiempo para hacerle preguntas. Máximo se ha comprometido a preparar nuevas charlas para esta asociación de vecinos Valle-Inclán Prosperidad; tal vez más específicas, sobre un tema en concreto. Todo el mundo está invitado.