Por Andrés Aganzo

“Las luchas de ayer son los
derechos de hoy”.

“Las luchas de hoy, son los
derechos de mañana”

En el inicio de los años cincuenta, el movimiento obrero de forma
silenciosa (…) se fue articulando con todas las características de la
clandestinidad. Situaron su contradicción principal en la relación
capital-trabajo. Su identidad, se construyó ligada a las condiciones socio-laborales
de la clase trabajadora.

España fue el país que más número de huelgas registraba en Europa: por
la reducción de la jornada de trabajo, por salarios dignos, por el derecho a la
huelga, por la negociación colectiva… luchas que se desarrollaban en el seno
de una férrea dictadura que negaba los derechos humanos más elementales.

Algunos años más tarde, nacen
nuevos actores.
Las asociaciones vecinales en las ciudades y
pueblos, los movimientos especializados de Iglesia, el ecologismo, el
pacifismo, el anti-militarismo, el feminismo. Actores sociales que convirtieron
las condiciones de vida y los efectos del desarrollismo de las ciudades en un
asunto político. Estos nuevos movimientos fueron la expresión más visible de la
disconformidad y protesta de la ciudadanía. La exigencia de una democracia más participativa y de una sociedad más
cohesionada.

En estas acciones se forjaron y educaron miles y miles de militantes, hombres y mujeres de izquierda. El movimiento obrero y vecinal, una
Iglesia comprometida con los gozos y las esperanzas de los pobres… Fueron
sujetos y actores relevantes en la construcción social del país. Pero, todos
ellos, han sufrido distintos avatares que han determinado su mayor o menor
capacidad de influencia, pasando de un fuerte protagonismo inicial a una
creciente institucionalización… con la contradicción y complejidad que ello
acarrea en la nueva situación de exclusión social a escala internacional.

“Cuando los caminos se terminan
comienza el viaje”

Cyörgy Lukacs

Pero
nada es para siempre.
A comienzos del siglo XXI, nos
encontramos de nuevo con una crisis de carácter sistémica que apunta a
reconsiderar el conjunto de nuestras conquistas sociales. Hoy,
basta mirar la diversidad de movilizaciones para evidenciar que estamos en otra
etapa, en la emergencia de nuevas organizaciones y movimientos sociales… Plataformas
en defensa de los servicios y bienes públicos: la
escuela, el agua, la salud, la ruralización; el fluir de las
“Mareas” de distintos colores; Semanas de lucha de los estudiantes y
desempleados contra los recortes y la represión policial, contra los golpes de
estado financiero… Acciones todas ellas que surgen de la indignación y vienen a
sumarse a los movimientos llamados tradicionales.

El 15M
como el gran mural de plazas y calles emblemáticas
donde
se dan cita todas las demandas y propuestas de la inmensa mayoría contra la
casta de depredadores de lo público. Como decía el Jefe Siux “Todas las cosas están conectadas. Lo que
ocurre a la tierra, les ocurre a los hijos de la tierra. El hombre no tejió la
tela de araña de la vida, es solo un hilo
(Seattle.1854). Todo está
conectado… Luis de Guindos con Lehmann Brothers, (escándalo
de las hipotecas subprime); El
Ministro de Interior (Morenés) y su vinculo con los intereses de las industrias militares; La amnistía fiscal para
los defraudadores ricos y presión del IVA para pobres; Las quiebras de las
Cajas de Ahorro y los altos salarios y pensiones de sus directivos; El Estado
rescata a los bancos causantes de la crisis y hunde los servicios públicos,…
Todo esta conectado, hay pobreza porque hay concentración de riqueza y un gran
laberinto financiero estructurado para ser opaco “invisible”.

Un
mundo despiadado que crea desiertos humanos allí donde se implanta
. Las instituciones internacionales surgidas tras la
Segunda Guerra Mundial (FMI. BM. OMC. OCDE…) se refundan para hacer inviables
los derechos de los pueblos. Un capitalismo depredador, un modelo de desarrollo
agotado, un sistema que no funciona. Así lo muestran sectores enteros de la
sociedad que quedan subordinados a puntos de vista de la rentabilidad monetaria
estricta, cuando sería más lógico buscar rentabilidades humano sociales. Es precisamente en tiempos de
crisis cuando los esfuerzos deben ser redoblados, y aunar voluntades
democráticas para garantizar los Derechos Humanos de todas las personas, sin
discriminación, y en especial de las personas en mayor situación de
vulnerabilidad.

“El viaje de mil leguas comienza por un paso”

Lao Tse, Tao Te King

Los
nuevos Referentes sociales, no pueden surgir si no se dan algunas cuestiones
básicas en el camino a seguir:
a) que sean pensables y sentidas hacia metas de
convivencia entre los seres humanos y estos con la naturaleza; b) que su diseño
sea posible “inédito viable”, no son aún, pero pueden ser, están siendo; c) que
sea una respuesta positiva a las necesidades humanas, universales y; d) que
haya un conjunto de mujeres y hombres que comparten la propuesta –la hacen
vida- y se pongan en marcha hacia su construcción social.

Parafraseando a Maurice Godelier, (lo ideal y lo
material. 1984) “los seres humanos
constituimos la única especie que somos capaces de actuar sobre nuestras propias
condiciones originarias, punto de partida de existencia, convirtiéndose así de
alguna manera en coautores, junto con la naturaleza, de nuestra evolución
posterior.
Pero en esta caminata es necesario recordar que nosotros mismos
formamos parte del sistema que deseamos cambiar. “el problema del socialismo, es que debe aprender a caminar con las
piernas del capitalismo.

Necesitamos
una gran coalición de grupos y movimientos sociales en torno a valores de
cooperación y dialogo,
de autogestión y participación directa en
todos los asuntos que nos conciernen, la democracia directa. Hombres y mujeres,
jóvenes, ancianas y niños… habituados a contemplar la naturaleza y emocionarnos
porque somos parte de ella; del aire, del agua, de la tierra, del paisaje.
Hombres y mujeres que caminen por el territorio de lo desconocido, en medio de
la incertidumbre.

Todos
juntos, cada uno con su palabra y su identidad
.
Alzar lo que nos une, buscar el ADN colectivo, comunitario, cooperador de
causas que ennoblecen a la humanidad. Rescatar nuestra
capacidad organizativa para crear una sociedad diferente
articulada bajo principios como los que nos hablan de: a) la persona como
centro; b) el camino hacia la renta básica; c) reducir la huella ecológica y
conservar el patrimonio natural; d) el decrecimiento; e) redistribuir el tiempo
de trabajo y la riqueza; f) recuperar la vida local y la trama relacional; g) fortalecer
la red de cuidados humanos; h) aprender a levantar la mirada y mirarnos iguales
y diferente hombres y mujeres de todas las geografías; i) desplegar todos los sentidos y potencialidades del
Ser. Hacia una nueva aventura humana “más tierna” menos poder, más magia
cotidiana y más ternura.